domingo, 2 de enero de 2011
INSTITUTO INTERNACIONAL DE HISTORIA SOCIAL CUMPLE 75 AÑOS.
El Instituto Internacional de Historia Social, IISH, es un paraíso para estudiantes e investigadores de los movimientos sociales. En sus archivos, colecciones y biblioteca se pueden encontrar desde manuscritos originales de pensadores y filósofos hasta panfletos afiches y pancartas referidos a un acontecimiento en particular.
Con motivo de su 75º aniversario, el IISH organizó una exposición en colaboración con la Universidad de Ámsterdam. Allí se pueden apreciar desde pinturas de presos políticos birmanos hasta un ejemplar de "Utopía", de Thomas More, publicado en 1518 y gran parte del pensamiento social a lo largo de los siglos, con sus momentos más dramáticos, como las revoluciones francesa, rusa y española. Entre los documentos se guardan curiosos tesoros, como una página manuscrita del Manifiesto Comunista, de Karl Marx.
¿Qué hay en estos archivos?
"El Instituto", cumple 75 años, pero ello no significa que la documentación acumulada esté fechada a partir de 1935. Entre los textos hay muchos archivos de pensadores, organizaciones, partidos y movimientos, que pasaron de una persona a otra. Gracias a estos individuos, que muchas veces expusieron su vida para conservar ese legado, en el IISH es posible buscar y encontrar textos que pueden mostrar otra cara de los sucesos estudiados, o explicar desde otro ángulo algo que ha permanecido oscuro en un rincón de la historia.
Personas de todo el mundo acuden a Ámsterdam a buscar información sobre acontecimientos del pasado que puedan esclarecer qué pasó en aquel lugar en un determinado período, cómo sucedió, por qué se actuó de la forma en que hizo. Todo esto y algunas anécdotas nos lo cuenta Kees Rodenburg, mientras caminamos por pasillos y salas del IISH.
Breve Historia
El Instituto Internacional de Historia Social fue inaugurado el 25 de noviembre de 1935 por Nicolaas W. Posthumus, un pionero de la historia económica moderna de los Países Bajos. Anteriormente, Posthumus había creado el Archivo de Historia Económica de los Países Bajos, NEHA, e incluyó en él documentos sobre organizaciones del movimiento obrero holandés.
En la década del 30 del Siglo XX ocurrieron varios hechos que propiciaron el establecimiento de dos instituciones autónomas. Uno de ellos fue que el rápido crecimiento de las colecciones socio-históricas del NEHA requería un tratamiento separado. Otros acontecimientos fueron la subida al poder de Adolf Hitler y la tendencia autoritaria en la Unión Soviética, que amenazaban a personas de diferentes convicciones dentro del movimiento obrero, y también a sus escritos. Posthumus estaba decidido a salvar esos documentos porque opinaba que si caían en ciertas manos serían destruidos o, en el mejor de los casos, ya no estarían a disposición de los investigadores independientes durante muchos años.
Posthumus quería crear un instituto académico neutral e independiente y, entre el 35 y 40, el Instituto se concentró en poner a buen recaudo documentos de toda Europa. La colección más importante adquirida entonces fue el archivo de Marx y Friedrich Engels. Al mismo tiempo, la primera bibliotecaria del Instituto, Annie Adama van Scheltema-Kleefstra, sacó clandestinamente los manuscritos de Mijail Bakunin de Austria, cuando los nazis estaban a punto de entrar en Viena.
No podemos dejar de mencionar los documentos de la CNT y la FAI, que fueron llevados a lugar seguro a través de los Pirineos en 1939, poco antes de que las tropas de Francisco Franco tomaran las últimas zonas republicanas del norte de España. En noviembre de 1936 quedó patente el riesgo que corrían los archivos que se intentaba recopilar: ese año fueron robados de su sede en París unos documentos de León Trotsky, presuntamente sustraídos por agentes de Stalin.
Previsor, Posthumus también había abierto una sucursal del IISH en Gran Bretaña. Los temores de Posthumus se confirmaron a los pocos días de que los alemanes ocuparan Holanda: en mayo de 1940 un grupo de agentes nazis se presentó a la puerta del Instituto y el 15 de julio fue cerrado por orden del Servicio de Seguridad Nazi.
El presente de IISH
A pesar de haber conseguido poner a salvo muchos documentos, poco a poco los nazis fueron enviando archivos a Alemania. La mayor parte de la colección no volvió a encontrarse hasta 1946, cerca de Hannover, y otros se enviaron desde Polonia entre 1956 y 1957. En 1991 se descubrió que se habían conservado otros documentos en un archivo secreto de la capital soviética.
En los años sesenta y setenta, el Instituto se benefició del creciente interés por la historia de las ideas y de los movimientos sociales y reanudó su antigua tarea de conservar archivos y bibliotecas de organizaciones y pueblos perseguidos. De ese modo, en los años setenta, Ámsterdam se convirtió en el hogar de documentos de América Latina.
La exposición de documentos y manuscritos sobre la historia social mundial se extiende hasta el 30 de enero en los locales de la Universidad de Ámsterdam.
Fuente: Radio Nederland.
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