lunes, 3 de mayo de 2010

Próximo destino: Gaza. Desembarco masivo y humanitario.


La llamada “Flotilla por la libertad” compuesta por 3 cargueros y 5 barcos de pasajeros llegará a territorio palestino a finales de mayo. Unos 600 parlamentarios, activistas y reporteros pretenden entregar toneladas de suministros a la franja y llamar la atención mundial sobre un bloqueo que lleva casi 3 años aislando a 1.5 millones de personas.

Un convoy de barcos con cientos de periodistas, defensores de derechos humanos y parlamentarios europeos desafiará a fines de mayo el bloqueo israelí contra el territorio palestino de Gaza.
El movimiento Free Gaza organiza la "Flotilla por la libertad", que constará de tres cargueros y cinco barcos de pasajeros, con unas 600 personas a bordo, se propone llevar cientos de toneladas de suministros de emergencia en los 1.5 millones de palestinos encerrados en ese territorio.
La iniciativa apunta a concentrar la atención mundial en el prolongado bloqueo que sufre Gaza y en el castigo colectivo que le infringe Israel.
"Sin los esfuerzos coordinados de actores regionales e internacionales en apoyo de Israel, el sitio de Gaza ya hubiera fracasado", dijo Ahmed Yusef, vicecanciller del palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo árabe).
Más de un millón de gazatíes están obligados a sufrir la pobreza crónica y a padecer desempleo y desnutrición en una de las zonas más densamente pobladas del mundo.
El territorio de 45 kilómetros de largo y entre cinco y 12 de ancho, ha sido considerada una de las prisiones más grandes del mundo al aire libre.
Cuando Israel lanzó la Operación Plomo Fundido contra Hamás, con artillería pesada, bombardeos aéreos y una posterior incursión de fuerzas terrestres, la población civil no pudo esconderse porque el territorio estaba sellado herméticamente.
El ataque del 27 de diciembre de 2008 al 19 de enero de 2009 dejó 1,400 personas muertas y más de 5,000 heridas, gran parte de ellas civiles y sobre todo, niños.
Israel se retiró de Gaza en 2005, pero mantuvo el control del espacio aéreo y de sus aguas jurisdiccionales, del registro civil, de los impuestos y de vastas zonas de contención en la frontera, además de sus importaciones y exportaciones así como del suministro de agua y electricidad.
Por su parte, El Cairo se encarga del puesto de control de Rafah, ciudad en la frontera de Gaza y Egipto. El cruce es para personas, pero no se ha permitido la circulación de productos.
Israel controla el resto de los puestos de ingreso, diseñados específicamente para el pasaje de productos y mercancías.
El acuerdo de 2005 entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Egipto e Israel, detalla la forma en que funcionarios de la Unión Europea (UE) y gobernantes palestinos deben controlar la zona palestina del cruce de Rafah, mediante cámaras y equipos de vigilancia israelíes.
El estado judío reforzó su dominio sobre el territorio costero cuando Hamás triunfó en las elecciones legislativas, libres y democráticas, de enero de 2006.

Connivencia de Egipto con el bloqueo.
Israel bloqueó todos los puestos de control con ayuda de las autoridades egipcias después de que Hamás se arrogó el control de la franja de Gaza por las armas en junio de 2007.
El movimiento controla ese territorio, pero debe coordinar la salida de los gazatíes con las autoridades egipcias, que a su vez deciden, con las israelíes y la ANP, quién pasa y quién no
Egipto suele permitir el ingreso de limitados suministros humanitarios, pero suele impedir el pasaje de grandes convoyes así como de activistas que los acompañan.
Además, ese país bombardea muchos de los cientos de túneles subterráneos que conectan a Gaza con la península del Sinaí, y por los que se contrabandea la mayoría de bienes de uso cotidiano y armas.
El Cairo comenzó a construir un muro subterráneo de acero de 14 kilómetros de largo, a prueba de bombas con avanzada tecnología estadounidense de vigilancia para evitar que se construyan más túneles.
"Si Egipto no se presta a la política exterior de Washington en la región puede perder la enorme asistencia que recibe de Estados Unidos”, señaló Samir Awad, de la Universidad de Birzeit, cerca de Ramalah.
"Pero las autoridades egipcias también están interesadas en mantener la estabilidad política en la región hasta que Gamal, hijo del presidente Hosni Mubarak, lo suceda en el cargo", apuntó.
Los egipcios "creen que es esencial presionar a Hamás para que firme un acuerdo de reconciliación con la ANP, redactado por ellos, para estabilizar el área", afirmó Awad.
El Cairo teme que un régimen exitoso encabezado por un partido como Hamás en el vecindario colabore con la agrupación egipcia Hermandad Musulmana, una amenaza política para Mubarak.

Unidad palestina: la única salida.
La popularidad nunca fue motivo de preocupación para los regímenes autoritarios de Medio Oriente, donde la democracia y los derechos humanos no son prioritarios. Es una batalla que se perdió hace tiempo.
Mediante el control de los medios de comunicación, las autoridades egipcias lograron convencer al público de que Hamás e Israel son culpables del bloqueo contra Gaza.
La presión de Washington no es un elemento relevante, según el profesor Moshe Ma’oz, de la Universidad Hebrea, de Jerusalén.
"Los egipcios tienen su propia agenda y coordinan sus intereses comunes con los de los israelíes", dijo el especialista
Por su parte, Yusef considera que la autoridad palestina también es cómplice. "La ANP debe declarar públicamente que se opone al sufrimiento colectivo de los civiles de Gaza, pero, de hecho, saca réditos políticos del bloqueo: así espera socavar nuestro control a su favor", sostuvo.
"De cualquier manera, no habrá ningún avance en lo que respecta a levantar el sitio contra Gaza hasta que los palestinos no superen sus diferencias y aúnen fuerzas. Ese es el primer paso", añadió Ma’oz.

Una nueva ley para aumentar las expulsiones.
Por su parte, Amnistía Internacional ha manifestado su preocupación por que una nueva orden militar israelí pudiera facilitar la expulsión de población palestina de la Cisjordania ocupada.
La orden militar núm. 1650, en vigor en Cisjordania desde el 13 de abril pasado, amplía la definición del término "infiltrado" que ahora incluye a toda persona que se encuentre en Cisjordania sin un permiso expedido por las autoridades israelíes.
"Esta nueva orden militar resulta vergonzosa en vista de la práctica, empleada durante largo tiempo por las autoridades israelíes, de expulsar a personas de Cisjordania", ha declarado Philip Luther, director adjunto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
Todas aquellas personas a las que se considere "infiltrados" pueden ser expulsadas a otros Estados o trasladadas por la fuerza a la Franja de Gaza, y presentarse cargos penales en su contra.
En una carta enviada el martes a Ehud Barak, viceprimer ministro israelí, Amnistía Internacional manifestó que teme que esta definición tan amplia pueda facilitar la difusión de la práctica empleada actualmente por las autoridades israelíes de expulsar a personas de Cisjordania a la Franja de Gaza.

Contra el Derecho Internacional.
"Desde 2003 Israel ha realojado por la fuerza en la Franja de Gaza a palestinos que vivían en Cisjordania, basándose en que tenían el domicilio registrado en Gaza."
El 28 de octubre de 2009, las fuerzas israelíes en Cisjordania detuvieron a Berlanty Azzam, estudiante palestina de 21 años de edad, a la que quedaban pocas semanas para obtener el título de licenciada por la Universidad de Belén. La esposaron, le vendaron los ojos y la trasladaron por la fuerza a Gaza.
El 9 de diciembre de 2009, el Tribunal Superior de Justicia israelí decidió no permitir a Berlanty volver a la Universidad de Belén para finalizar sus estudios.
Los motivos de Israel se centraron en que en su documento de identidad figuraba una dirección de Gaza y argumentó que el permiso que había conseguido para viajar en 2005 de Gaza a Cisjordania era insuficiente.
"Nos preocupa asimismo que se pueda aplicar también la definición ampliada de ‘infiltrado’ a personas que entraron en Cisjordania hace muchos años y que han solicitado a las autoridades israelíes la reunificación familiar", ha señalado Philip Luther.
"Según la información de que disponemos, siguen a la espera de resolución miles de solicitudes como esta."
Desde junio de 2007, la Franja de Gaza se encuentra bajo un estricto bloqueo israelí que restringe la entrada de productos de primera necesidad, entre otros alimentos, combustible, artículos educativos y sanitarios y materiales de construcción.
Los traslados por la fuerza de palestinos de Cisjordania a Gaza, así como la expulsión de población palestina a otros Estados, constituye una violación del artículo 49 del IV Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, en el que se afirma:
"Los traslados en masa o individuales, de índole forzosa, así como las deportaciones de personas protegidas del territorio ocupado al territorio de la Potencia ocupante o al de cualquier otro país, ocupado o no, están prohibidos, sea cual fuere el motivo".
Las autoridades israelíes también han expulsado a población palestina de Cisjordania a otros países en ocasiones anteriores.
En 1992, Israel expulsó ilegalmente a Líbano a 415 personas de las que sospechaba tenían relación con Hamás y la Yihad Islámica. Posteriormente en 2002, Israel expulsó a varios Estados europeos a 13 palestinos que habían participado en el sitio a la iglesia de la Natividad, a los que se sumaron otros 26, trasladados por la fuerza a Gaza.
Fuente: Corresponsal de Paz.

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