viernes, 28 de mayo de 2010
Brasil, sede del tercer Foro Mundial Alianza de Civilizaciones.
Esta iniciativa fue creada en 2005, para promover el diálogo entre Occidente y el mundo Árabe-islámico, y contrarrestar así la idea de un ‘choque de civilizaciones’, promovida tras los ataques del 11S. “Los conflictos actuales no son entre civilizaciones, sino entre fanáticos", dicen los organizadores.
Con la consigna "Entrelazando culturas, construyendo la paz", comenzará este viernes en Brasil el III Forum Mundial de la Alianza de Civilizaciones con unos 3,000 participantes, entre gobernantes, parlamentarios y delegados de organismos multilaterales y de la sociedad civil.
Se trata de la reunión internacional de más alto nivel que se organiza en la ciudad de Río de Janeiro desde 1992, cuando fue sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, más conocida como la Cumbre de la Tierra.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, indicó en un mensaje previo que se había escogido a Río de Janeiro para este encuentro porque "en esta ciudad, así como en el resto del país, las personas transforman sus diferencias culturales en un factor de enriquecimiento". "Somos un pueblo mestizo y nos gusta ser así", puntualizó.
El alto representante de las Naciones Unidas en la Alianza de Civilizaciones, Jorge Sampaio, coincidió con Lula al comentar que el foro "está destinado a tener grandes repercusiones para el futuro de esta iniciativa, ya que Brasil, representante de una sociedad de gran diversidad cultural, contribuye de forma muy estimulante a mostrar que la propuesta tiene carácter global".
Sampaio, quien fue presidente de Portugal de 1996-2006, se refería así al hecho de que por primera vez la sede de esta reunión se aleja del área del mar Mediterráneo, donde nació, para trasladarse a América del Sur.
"Ese cambio contribuyó para que la iniciativa cuente, a partir de ahora, con una representación mucho mayor de países latinoamericanos", dijo.
A pesar de que no se han obtenido resultados concretos para los grandes problemas del mundo contemporáneo, sí "se ha avanzado en la conciencia de que es posible la tolerancia y el respeto mutuo entre culturas diferentes", añadió al evaluar lo hecho desde la creación en 2005 de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (Unaoc).
La idea de una alianza de este tipo fue formulada un año antes por el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, para promover el diálogo entre Occidente y el mundo árabe-islámico y contribuir así para que el siglo XXI sea una etapa de justicia y paz.
Fue la respuesta encontrada por esos líderes para contrarrestar la tesis de la inevitable confrontación o choque de civilizaciones, defendida por ideólogos del gobierno estadounidense de entonces de George W. Bush (2001-2009) tras los atentados terroristas en Nueva York y Washington del 11 de septiembre de 2001.
En 2005 la idea fue adoptada por el entonces secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, quien creó un Grupo de Alto Nivel para promover la implementación de la iniciativa.
Entre las personalidades que han confirmado su presencia en Río de Janeiro, además de los promotores de la iniciativa, Zapatero y Tayyip Erdogan, se encuentran los presidentes Evo Morales, de Bolivia, Cristina Fernández, de Argentina, Abdoulaye Wade, de Senegal, Pedro Pires, de Cabo Verde, y el primer ministro de Portugal, José Sócrates.
También el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien en mayo firmó la integración del país como número 100 en la lista de la Unaoc, estará representado en Río de Janeiro por su subsecretaria de Estado, Esther Brimmer, responsable del Departamento de Organizaciones Internacionales.
El cambio de actitud de Estados Unidos tras la llegada al gobierno de Obama fue destacada por Sampaio, quien indicó como un hecho muy positivo la participación de Brimmer, con actuación en áreas de derechos humanos, ayuda humanitaria y cambio climático.
La prioridad del foro es favorecer el acercamiento y no la confrontación y promover medidas para minimizar las desigualdades económicas existentes en el mundo y potenciar el intercambio comercial y cultural de interés mutuo, explicaron sus promotores.
En ese sentido, entre las actividades previas a la apertura de la reunión está prevista una marcha de jóvenes de todos los continentes, representada por organizaciones de 62 países, por el centro de Río de Janeiro.
El trayecto incluye una visita simbólica a una zona comercial muy popular conocida por la sigla Saara (Sociedade dos Amigos das Adjacências da Rua da Alfândega), que alude al desierto africano que se escribe sin h en portugués. Fue escogida porque en pocas manzanas conviven en armonía y con elevado grado de colaboración entre sí inmigrantes de diversos orígenes, en su mayoría árabes y judíos.
Por esa razón es considerado el ejemplo más nítido de la tolerancia cultural y religiosa característica de Brasil. Pero también el gigante sudamericano parece estar llamado a tener un protagonismo internacional como no había ocurrido hasta ahora.
El encuentro se celebrará pocos días después de que el presidente Lula haya firmado un acuerdo de cooperación nuclear con Irán y Turquía, que se cruza con los intentos de las grandes potencias de votar una sanción contra Teherán en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En opinión de Brasilia, las sanciones sólo contribuirían a agravar la situación.
El embajador brasileño José Augusto Lindgren Alves señaló que el gobierno "ofreció a Río de Janeiro para ser la sede de este Forum porque queríamos demostrar que el diálogo de civilizaciones no puede quedar limitado a un diálogo de Europa con el mundo islámico".
"Pretendemos trabajar para que haya cooperación entre las civilizaciones, porque creemos que ese es el camino correcto y que todos los países tienen que participar en ese esfuerzo", completó Lindgren Alves, coordinador para la Alianza de Civilizaciones, un nuevo departamento creado por la cancillería brasileña para cuidar los asuntos relativos a este foro.
"Es que el conflicto que existe actualmente no es entre civilizaciones, es entre fanáticos", que hay en todas las culturas, apuntó Alves.
Fuente: Corresponsal de paz.
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