Se trata de Ana María Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga. Los cuerpos sin vida de las periodistas fueron localizados en un parque del popular barrio de Iztapalapa, al sureste de la capital mexicana.
Yarce Viveros fue fundadora y reportera del semanario mexicano Contralínea. Al momento de su muerte se encontraba al frente del área de Relaciones Públicas de esa publicación.
En tanto que González Trápaga fue reportera de Televisa y actualmente ejercía el periodismo de manera independiente.
El equipo editorial de la revista demandó a las autoridades el esclarecimiento de estos hechos.
En diálogo con Radio Fórmula de México, el director de Contralínea, Miguel Badillo, calificó el crimen como un "hecho terrible" perpetrado con "gran saña".
Por su parte, el fiscal de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, detalló que los cuerpos fueron localizados desnudos y su muerte fue provocada por asfixia.
Además, la Fiscalía no descarta al feminicidio como una de las lineas de investigación.
Asimismo, la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal exigió a las autoridades una investigación inmediata y exhaustiva para localizar a los responsables materiales e intelectuales de este crimen.
Los homicidios de las periodistas ocurrieron una semana después de que fue localizado el cuerpo sin vida del periodista mexicano Humberto Millán, en Culiacán, Sinaloa, al norte de México.
Vale recordar que en 2009, la agencia informativa Púlsar dio a conocer la detención del director de la revista Contralínea, Miguel Badillo. Un mes después sus oficinas fueron allanadas.
Por último, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de los Derechos Humamos (CIDH) coincidieron en señalar a México como el país más peligroso para ejercer el periodismo en América.
De acuerdo con cifras dela Comisión Nacional de los Derechos Humanos, desde el año 2000 han sido asesinados 64 periodistas y 11 permanecen desaparecidos. (PÚLSAR)
0 comentarios:
Publicar un comentario