La senadora uruguaya Lucía Topolansky Saavedra rescató el valor de las culturas originarias y populares al bregar por decisiones políticas que dejen atrás la dominación cultural, en el marco del IV Congreso Iberoamericano de Cultura.
Mar del Plata, Argentina. En una charla con la directora de Radio Nacional, María Seoane, la esposa del presidente uruguayo, José Mujica, habló de su militancia en la lucha por la justicia social y sus palabras fueron tapadas por una multitud que la aplaudió, incluso con cánticos que recordaron a los desaparecidos.
Topolansky estuvo presa trece años y salió en libertad en 1985 para reencontrarse con su amor, y comenzar la reconstrucción de la democracia desde el Movimiento de Participación Popular (MPP) del Frente Amplio.
Hija de linaje -en su prosapia aparece Cornelio Saavedra-, y sin renegar de su historia, ella deslizó: "Me gusta definirme oriental porque comparto el pensamiento federalista de Artigas".
Sus primeros pasos en la política los dio impulsada por las ideas cristianas tercermundistas, pero "hubo un momento en que no bastaba, había que ir por los cambios políticos", contó sobre su ingreso al Movimiento de Liberación Nacional, que en 1969 pasó a la clandestinidad.
Sus ideas sobre las políticas culturales y la participación popular se gestaron en su juventud cuando "vivíamos en un Uruguay con expresiones culturales que no llegaban a todos. En esa época se rescataban cosas, pero estábamos lejos del mundo aymará, quechua, guaraní. Nos enseñaban que eran culturas de segundo plano".
"Es una novedad fabulosa para Latinoamérica que hoy en Bolivia haya un presidente aymará y en Perú, uno quechua", celebró la legisladora.
"Para los aymará, la peor pobreza es no tener comunidad, tienen culturas sabias y extraordinarias que no estábamos mirando, eso es lo que rescato de hoy", apuntó Para Topolansky, "la integración cultural proviene de las estructuras políticas, para que ésta llegue hay que dar oportunidades, la construcción cultural desde las elites tiende a aplastar a la gente".
"La cultura supone participación social activa, tiene que haber libertad infinita y un presupuesto que la respalde", aclaró sobre la inclusión a sectores con más dificultades.
Y acerca de la democracia, Topolansky fue contundente: "Empieza por la oreja. Hay que escuchar a la gente y convidarla a construir, un movimiento se hace irreversible cuando lo toma la sociedad".
También, la senadora destacó la organización "fantástica" que es UNASUR, "una iniciativa de los países latinoamericanos" y sin perder ni una pizca de su humor dijo: "sentí que nos pusimos los pantalones largos cuando se creó y hay que continuar".
"Los procesos de lucha no pudieron concretarse, nos aplastaron las dictaduras, pero la semilla quedó. Si eso no hubiera estado, nada hubiera florecido", manifestó.
Al finalizar, recordó a los compañeros desaparecidos: "ellos pelearon por una idea y nos dejaron el compromiso y ésta es una larga carrera de postas".
Y apeló a las organizaciones juveniles: "Solos no vamos ni la esquina, si uno tiene una meta colectiva entra bien en la vida", remató Topolansky.
Fuente: Télam.
0 comentarios:
Publicar un comentario