LLEGA LA MARCHA A BRUSELAS.

por Ernesto H. De Casas

Marcha que expresamente está contra la reforma social y por el reparto de la riqueza y el trabajo, ha llegado hoy a Bruselas después de 45 días de caminar a pie el largo trecho de más de 1700 Km. a la capital belga. Salieron desde Zaragoza el 14 de agosto y ya se encuentran frente al Parlamento Europeo, manifestando alto y claro que "no van a regalar sus derechos sin luchar".

Pressenza, Bruselas. El activista José Luis Martínez expone: "Nos oponemos a la reforma laboral, la reforma de las pensiones y la reforma, en general, socio-económica que se está produciendo en nuestro país". Para que no queden dudas, añade también: "Nuestro objetivo es crear un gran frente de resistencia contra estos planes neoliberales encaminados a acabar con 50 años de los derechos de los obreros."
En esta Marcha son unas 500 personas en total las han participado, recorriendo diversas etapas, siendo alrededor de una veintena los que han llegado por la mañana a Bruselas. Otros llegan después. Gentes de todo tipo, clase y condición: Mujeres y hombres trabajadores de los sectores público y privado, parados, y no falta un inmigrante senegalés de Aragón, compañeros franceses que se han incorporado durante el recorrido, jubilados, sindicalistas, ecologistas, etc.
Se entrega el mensaje a los eurodiputados en el corazón político de Europa, con un neto mensaje de pedido de justicia social, en contra de una reforma laboral, que se considera un auténtico atentado contra los derechos de los trabajadores. Quedando evidente un sistema económico que quiere hacer pagar a los más desfavorecidos los excesos y abusos cometidos por los especuladores financieros, verdaderos provocadores de esta tremenda crisis. Se exigirá el reparto de la riqueza y el trabajo, y la creación de una sociedad a medida de los seres humanos y no de los intereses mercantiles.
Durante el camino los participantes sienten que han crecido, pues se han ido incorporando contactos y relaciones con organizaciones y personas interesadas también en demostrar que son posibles otro mundo y otra forma de entender la política. Esto permite demostrar que hay muchísima gente en Europa que piensa en la misma sintonía y que, uniéndose, se puede poner freno a la salvaje acometida neoliberal denunciada. "La Serpiente Naranja", nuestra marcha, ha tratado de convertirse en un grito que convoque voluntades y aglutine fuerzas. De modo que el final de esta aventura solo puede ser otro comienzo.
Al llegar han sido recibidos por los eurodiputados: Willy Meyer (IU), Raul Romeva (ICV) y por representantes del bloque gallego nacionalista y Ezquerra Republicana. Además, la eurodiputada socialista, Inés Ayala, ha querido saludar también. Más tarde, han tenido un animado encuentro con un grupo de parlamentarios y funcionarios europeos de distintas nacionalidades: griegos, chipriotas, franceses, italianos y otros políticos pertenecientes a los Verdes ALE e Izquierda Europea.
Con la satisfacción plena de haber cumplido con su objetivo, los representantes de la Marcha a Bruselas confían en que su gesta haya servido para que tanto los trabajadores como la ciudadanía sean más conscientes de la problemática que nos acucia y para que entienda que, si quieren conservar sus derechos, no existe otra manera que resistir y luchar.