por Víctor Rodríguez
El autoproclamado presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, sigue sin reconocer al ganador de las pasadas elecciones generales en el país, Alassane Ouattara. En medio de una tremenda escalada de tensión, diversos organismos internacionales han reconocido a Ouattara como auténtico presidente del estado africano y exigen a Gbagbo su inmediata retirada.
Pressenza International Press Agency, Abiyan. Al mismo tiempo que organismos internacionales, como la ONU o la Ecowas (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental), han reconocido a Ouattara como auténtico presidente del estado africano y exigen a Gbagbo su inmediata retirada, la Unión Europea y algunos países africanos están negando la colaboración al gobierno de Gbagbo y han avisado de que sólo admitirán a los representantes diplomáticos que nombre el verdadero ganador de las elecciones.
En los últimos días, se ha especulado con la posibilidad de una acción militar para forzar la salida de Gbagbo -que sigue contando con el apoyo del ejército-, pero para muchos esto podría derivar en una nueva guerra civil como la que el país ya sufrió en 2002.
Numerosas organizaciones vienen denunciando la actual situación de Costa de Marfil, pero hacen hincapié en la necesidad de dar una respuesta no violenta. Así, activistas de la organización Convergencia de las Culturas han hecho público un comunicado en el que llaman a agotar todas las vías de diálogo. “Creemos que es únicamente el pueblo de Costa de Marfil el que tiene que encontrar una salida pacífica a este conflicto. (…) La resistencia a la violencia es el arma más poderosa con que cuentan para evitar una nueva guerra”, afirma el comunicado:
Desde la organización humanista Convergencia de las culturas manifiestamos nuestra gran preocupación por la escalada de violencia que enfrenta a sectores de Costa de Marfil desde las recientes elecciones presidenciales y llamamos a las partes a buscar a través del diálogo una solución libre y pacífica que evite más sufrimiento a todos.
Condenamos cualquier propuesta que promueva el uso de la fuerza y manifestamos nuestro enérgico rechazo a la intervención explícita o encubierta de empresarios, políticos y gobiernos ajenos al país, que tratan de torcer la situación en defensa de sus ambiciones e intereses económicos tal como lo han hecho reiteradamente a lo largo de la historia. Ahí están los verdaderos enemigos de Costa de Marfil, insensibles a las necesidades y aspiraciones de su gente. Ellos son los que alientan y fogonean los enfrentamientos entre hermanos.
Esos mismos sectores manejan y difunden al mundo, con la distorsión que más les conviene, la información de "lo que está sucediendo". Por esa misma falsedad informativa, y sobre todo porque Costa de Marfil tiene el derecho y la capacidad de resolver libremente su destino, creemos que es únicamente el pueblo de ese país el que tiene que encontrar una salida pacífica a este conflicto. Y afirmamos que la resistencia a la violencia es el arma más poderosa con que cuentan para evitar una nueva guerra.
Nosotros confiamos plenamente en el espíritu que alienta a nuestros hermanos humanistas de Costa de Marfil. Sabemos que están haciendo todos los esfuerzos a su alcance para promover una reflexión amplia, para proponer respuestas pacíficas y elegir con la mayor libertad posible dentro de las condiciones en las que se encuentran. Somos solidarios con ellos y con todas las personas que sinceramente buscan superar este momento de su historia sin violencia.
No queremos sumar declaraciones falsas a todo lo que está pasando, por eso decimos claramente que es muy poco lo que podemos hacer desde afuera de Costa de Marfil. Nuestra capacidad de acción es mínima frente a organismos internacionales y medios de difusión que responden a los que tienen poder. Sólo podemos comprometemos a seguir atentamente los acontecimientos, a difundir entre personas y organizaciones sociales, por todos los medios a nuestro alcance, la información que nos hagan llegar y a responder a los pedidos concretos que nos hagan los humanistas de Costa de Marfil, en quienes reiteramos nuestra total confianza. Para ellos nuestro saludo más afectuoso.
Convergencia de las culturas
Equipo de coordinación mundial
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