Quito, 26 nov (PL). El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, llamó hoy a incrementar las acciones y responsabilidad oficial y ciudadana para reducir la contaminación ambiental y los graves indicadores que aún persisten en saneamiento público.
En su informe sabatino, esta vez desde el barrio La Lucha de los Pobres en la periferia de Quito, cerca de la Mitad del Mundo, Correa resaltó la importancia de lo que llamó "las 3R": reusar, reducir y reciclar.
Reveló que aún el 43 por ciento de la población ecuatoriana carece de alcantarillado, sólo el uno por ciento tiene sistemas de recuperación de agua para ahorrar el consumo del vital líquido, y sólo el 58 por ciento de la población tiene servicio de agua potable.
Aunque la solución de estos aspectos es responsabilidad municipal según las leyes nacionales, su estado afecta a todos en el país, por lo cual anunció la próxima creación de una Superintendencia Ambiental para sancionar a quienes contaminan el país.
Preguntó de cuánto sirve construir más hospitales si el 42 por ciento de la población consume agua no potable, a lo cual se agrega el hecho de que el 47 por ciento no tiene sistema de manejo de desechos, y o no recogen la basura o la botan en cualquier lugar.
Defendió la necesidad de un gasto público responsable para responder estos desafíos y mejorar la salud de los ciudadanos y el cuidado ambiental.
Marcela Aguiñaga, ministra del Ambiente, precisó que para llegar al 100 por ciento de cobertura de estos servicios básicos el país requiere invertir anualmente 267,74 millones de dólares hasta el año 2030 con una inversión total de cuatro mil 562 millones de dólares.
Gran parte de las actuales muertes de niños ecuatorianos por gastroenteritis es por la falta de agua potable, destacó, y reveló que la casi totalidad de los ríos están contaminados por aguas vertidas de las viviendas y poblaciones en sus orillas y cuencas.
Al respecto, Correa destacó la significación del gesto ecuatoriano al proponer la iniciativa Yasuní ITT de dejar bajo su suelo petróleo con un valor estimado en 14 mil millones de dólares, a cambio de una corresponsabilidad internacional por la mitad de esa cifra.
Esa renuncia voluntaria del pueblo ecuatoriano en contribución a la lucha por evitar el cambio climático y la contaminación planetaria, representa más de tres veces la inversión requerida para resolver esos desafíos y librar una batalla decisiva contra la pobreza, subrayó.
Fuente: Prensa Latina.
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