El Primer Encuentro Nacional de Puntos de Cultura se desarrolló el último fin de semana en el Centro Cultural Haroldo Conti de Buenos Aires, donde más de cien organizaciones sociales y culturales seleccionadas como "puntos de cultura" y 200 inscriptas participaron de charlas, foros de experiencias y capacitaciones basados en el eje “cultura, territorio y organización popular”.
“Los puntos de cultura constituyen los cimientos de una revolución cultural, porque esta es una batalla más pacífica, pero la más trascendente”, opina el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia.
“Y parten de la premisa de tender la mano a las iniciativas y la creatividad ya existentes, darles la oportunidad de echar raíces y lograr que se genere una conciencia de pertenencia”, puntualiza.
El programa puntos de cultura está inspirado en un modelo brasileño creado en 2004 por el entonces ministro de Cultura, Gilberto Gil y se convierten en "punto" las iniciativas cultural preexistente de la sociedad civil que se desarrollan en barrios y comunidades indígenas.
Más de 3.000 organizaciones en Brasil recibieron subvención estatal, capacitación y un equipo multimedia, a través de una convocatoria abierta.
Poniendo el acento en la formación de redes y articulación federal, la jefa de Gabinete de Cultura, Alejandra Blanco, destaca a las organizaciones como “puestos de lucha para dar la batalla cultural. Son actores sociales centrales en este proceso de transformación que nació en 2003 y son las que nos demuestran que la cultura es un factor clave para la recomposición del tejido social”.
El presidente del Consejo Federal de Cultura, Alfredo Jara, también responsable de la cartera de Cultura de Formosa e invitado al encuentro calificó como "ardua" la tarea de seleccionar cien proyectos para recibir el subsidio. “No fue fácil entre más de 600, todos poseían una gran riqueza cultural”, dijo.
La versión local de la implementación del programa que se hizo este año tiene como objetivo conformar una red nacional de organizaciones culturales interconectadas y financiar -por un total de 2 millones de pesos- proyectos culturales en todo el país, entregar equipamiento multimedia; capacitar en tecnologías de la información y desarrollar un sitio web para la difusión e intercambio.
Entre los invitados especiales estuvo Pedro Domingues Monteiro, coordinador de Ciudadanía Cultural de Brasil, país cuna de este proyecto que ahora atraviesa las fronteras.
En diálogo con Télam, el funcionario destaca que la implementación en Argentina: "es un orgullo, pero también una preocupación. El programa conlleva una responsabilidad; en Brasil modificó la relación de los grupos culturales con el gobierno federal. Pasaron a dialogar de una forma más organizada sobre cuestiones que la políticas públicas habían dejado de lado".
Y resume: "Es un movimiento sin vuelta atrás. Sí esta experiencia amplía la solidaridad latinoamericana es una victoria muy grande para la población".
Desde Paraguay llegó a Buenos Aires Alda Carreras, directora de Espacios Culturales de su país, donde realizan una experiencia piloto con diez puntos de cultura.
"La idea es fortalecer las bases culturales e identitarias de las comunidades que están más distantes de la capital y trabajar fuertemente el guaraní", dice.
Entre las experiencias seleccionadas este año está "Cine en movimiento", una organización de La Matanza. "Propusimos el armado de una cabina y laboratorio en las estaciones de trenes de Retiro, Once y Constitución de revelado de fotografías estenopeicas para que los usuarios, en sus momentos de espera, puedan sacar una foto, revelarla y llevársela", cuenta Ramiro García que subraya "la vuelta de tuerca al laburo en red" de los puntos.
El Galpón de Piedrabuena Arte funciona desde 2006 como centro cultural donde acuden 200 adolescentes. Luciano Garramuño trabaja allí y entusiasmado explica:"nunca recibimos ningún apoyo oficial hasta ahora".
"Vivimos en un barrio (Piedrabuena) donde hay muchos adolescentes que consumen pasta base por eso es importante tener un lugar para desarrollar actividades", expresó.
"Nosotros tenemos otra llegada a esos chicos, a través de un mural o de una película. Si caen en el Galpón se encuentran con una psicóloga dentro de un ámbito cultural, no en un hospital. No trabajamos sólo la cultura, también la salud y la educación y este programa habla de eso", comenta.
Carlos Villamonte llegó desde Ushuaia, es parte de la Asociación Barrio Las Raíces que trabaja la problemática de tierras en su provincia. Fueron seleccionados por un proyecto de comunicación integral "porque queremos marcar postura desde la cultural, que es una herramienta de reivindicaciones sociales", señala.
"Somos una de las tantas organizaciones que fueron desfinanciadas; por suerte hay un gobierno permeable que demuestra una actitud federal llegando hasta el último confín del mundo para asistir una organización como la nuestra", recalca.
En el encuentro en las instalaciones de avenida del Libertador 8151 se desarrollaron capacitaciones sobre software libre, formalización jurídica, y registro audiovisual y se presentó la muestra con materiales de cada organización, ahora ya convertidas en puntos de cultura.
Fuente: Télam.
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