El encuentro de la Marcha Mundial en la desembocadura del Bósforo.

por Tony Robinson.

Anteayer en Estambul, quinta ciudad más grande del mundo y única en atravesar dos continentes, tuvo lugar un encuentro pleno de significado en el Puente del Bósforo, allí donde Asia y Europa confluyen. En la ciudad histórica, centro de la cultura turca, el equipo de Medio Oriente de la Marcha Mundial se reunió con el del Sudeste de Europa para entregarle una posta simbólica

Pressenza, Estambul. Durante 24 días, el Equipo de Medio Oriente viajó por Egipto, Israel, Palestina, Jordania y Siria, terminando su viaje con un recorrido de 10 días por Turquía. Durante el mismo, el equipo se interiorizó sobre los conflictos a lo largo de toda la región y promovió la instauración de una cultura de paz por la senda de la no violencia. Los encuentros con pacifistas, ecologistas y grupos religiosos y políticos de diferentes tonalidades convencieron al equipo de que “los orígenes de la violencia son los mismos en todas partes. La gente sufre por lo mismo, más allá de la etiqueta que tenga, como por ejemplo, la religión. En el fondo tratamos con seres humanos que sufren por lo mismo. Al hablar con la gente del lugar fue importante debatir sobre las raíces de la violencia que se hallan en el miedo: el miedo a la soledad, a la inseguridad, a la enfermedad, a la muerte. Esto ocasiona que la gente se comporte de manera violenta. Si uno puede resolver estos problemas, la fe en el futuro aumenta y la violencia se desvanece”, comentó Eduardo Gozalo, miembro del Equipo de Medio Oriente y la fuerza impulsora detrás de las actividades en Turquía.
Acerca de la situación en Turquía y las tensiones continuas entre las comunidades turcas y kurdas, Gozalo comentó que “existe una propuesta de paz que debe respaldarse. Esto no significa respaldar un lado o el otro, sino defender el objetivo de paz sin importar de dónde provenga la propuesta. Si no nos observamos en una visión más global, nuestras diferencias continuarán siendo la causa de la violencia”.
El equipo de la Marcha Mundial del Sudeste de Europa pasará por los Balcanes, por aquella zona europea que más ha sufrido recientemente la conmoción de la guerra, la limpieza étnica y la violencia más inimaginable. La Marcha partió de Estambul ayer para cruzar la frontera de Grecia, zigzagueando luego su ruta a través de la República de Macedonia (antigua República Yugoslava de Macedonia), Kosovo, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia e Italia, hasta llegar el 9 de noviembre a Ginebra, Suiza, punto de encuentro de 4 etapas diferentes de la Marcha Mundial incluyendo al Equipo Base que comenzó su viaje en Wellington, Nueva Zelanda el 2 de octubre.
Durante el encuentro en Estambul, Giorgio Schultze, portavoz europeo de la Marcha Mundial, expresó sus expectativas para la próxima etapa: “Espero que encontremos embajadores de la futura Nación Humana Universal. Si encontráramos una persona en cada lugar que pueda percibir dónde yacen los orígenes de la violencia; si pudiéramos encontrar gente que pueda ver que existe algo sagrado dentro de cada ser humano, entonces tendremos un punto de partida para encontrar la solución a la violencia”.