"La opción preferencial a favor de políticas ortodoxas en la mayoría de los países occidentales no ha solucionado la crisis, ni desde el punto de vista fiscal ni financiero", añadió Rousseff.
La mandataria inauguró este martes junto a su homólogo François Hollande el Foro para el Progreso Social, convocado por la Fundación Jean Jaurés, de este país, y el Instituto Lula, de Brasil, con el propósito de "reinstalar el crecimiento en el centro del debate público mundial".
Los países de América Latina, agregó la jefa de Estado, sufrieron durante décadas por planes de ajuste económico y saben que los recortes radicales comprometen el futuro de la gente.
De acuerdo con Rousseff, en Europa esas prácticas también dañaron los pilares del estado social.
La crisis iniciada en 2008 "ha alcanzado una fase crónica" y no parece llegar a su fin, precisó.
La presidenta brasileña coincidió con Hollande en la necesidad de crear un Consejo Económico y Social, igual que existe el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
El mandatario galo señaló, por su parte, que la crisis hizo surgir una nueva conciencia sobre la necesidad de estar más unidos y planteó como prioridades el crecimiento, la lucha contra el desempleo juvenil, la transición energética y el enfrentamiento a las desigualdades.
Hollande reconoció que los países emergentes tuvieron éxito en lograr una mejoría económica y disminuir las inequidades sociales.
Luego de inaugurar el foro, ambos presidentes se trasladaron al Palacio del Elíseo para una reunión bilateral en cuya agenda están temas de interés común y otros aspectos de la situación internacional.
En su primer día de visita oficial a Francia, Dilma Rousseff fue recibida con honores en el Palacio de Les Invalides y luego se entrevistó con el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone.
Fuente: Prensa Latina
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