Los indígenas del Cauca propusieron un plan para la región que incluye
la desmilitarización. Además, denunciaron violaciones a los derechos
humanos por parte del ejército.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se reunió con
indígenas del departamento de Cauca para discutir temas de seguridad,
derechos humanos e inversión social, y pidió perdón a los nativos por
las víctimas que el conflicto interno ha dejado en esa región del país.
Durante su intervención en el encuentro con los líderes de la
comunidad indígena Paez, que adoptaron posiciones de fuerza para
rechazar hechos de violencia en su comunidad, Santos propuso a los
nativos "trabajar en equipo" para dar fin al conflicto armado que vive
el país desde hace casi medio siglo, y que en los últimos meses se ha
intensificado en Cauca.
"Quiero pedirles perdón y al mismo tiempo pedirles que trabajemos
juntos para que eso deje de suceder y no suceda nunca más", indicó el
mandatario desde el municipio de Piendamó, a donde llegó anoche bajo la
protección de la fuerza pública y la Guardia Indígena.
El mandatario aseguró que su gobierno está demostrando que "cree en
el diálogo y en la concertación", según reseñas del diario El Tiempo y
la agencia noticiosa alemana DPA.
Por su parte, el líder indígena Feliciano Valencia dijo que los
soldados y policías del Cauca "no controlan el territorio y no
representan seguridad" para las comunidades de la región frente a los
constantes ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC).
"La fuerza pública no controla el territorio, no nos da tranquilidad y
debemos decirlo con tristeza, viola los derechos humanos y el derecho
internacional humanitario. Los soldados sacan de las casas a la gente,
utilizan a las mujeres como objetos sexuales y estrategia militar", dijo
Valencia ante el jefe de Estado.
Según el líder aborigen, la solución para que en la región no se
confunda la presencia de la guerrilla y la fuerza pública es darle
"garantías plenas a la guardia indígena para ejerza control
territorial".
Asimismo, lamentó que durante el gobierno de Santos se haya
registrado "la muerte de 256 indígenas y el desplazamiento de más de
10.000 aborígenes".
El Consejo Regional Indígena del Cauca le entregó su propuesta de paz
al mandatario en la que se contempla "un reconocimiento de la autonomía
indígena, una jurisdicción propia de los pueblos, un modelo económico y
de salud alternativo para las comunidades aborígenes, y la
desmilitarización por parte del Ejército y los grupos al margen de la
ley".
Santos tendrá dos meses para estudiar el acuerdo y a cambio de eso
los aborígenes finalizarán la movilización que iniciaron desde julio
pasado para excluir de sus territorios a los actores, legales e
ilegales, del conflicto armado.
La intensificación de los ataques de las FARC en esa zona del país llevó a los nativos a enfrentarse a la fuerza pública y a los guerrilleros que estaban asentados en los alrededores.
Fuente: Télam.
jueves, 16 de agosto de 2012
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