Rajoy se reincorporó este lunes a su despacho en el Palacio de la Moncloa (sede del poder central) con la vista puesta en la economía española y la sombra de una nueva ayuda de la UE planeando sobre su cabeza, según el diario capitalino 20 minutos.
España, que ya solicitó un socorro de hasta 100 mil millones de euros para sanear su deteriorado sector bancario, se encuentra en el foco de la crisis de deuda de la Eurozona por los temores a que necesite un rescate completo de su economía.
Sin embargo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, no se mostró preocupado por las posibles condiciones que el bloque comunitario pueda poner a lo que los expertos bautizaron como rescate blando o suave.
En declaraciones a la agencia estatal de noticias EFE, De Guindos aseveró el pasado sábado que Madrid está haciendo sus deberes tanto en el ámbito fiscal como en el de las reformas estructurales y así lo reconocen el Fondo Monetario Internacional y Bruselas.
Según su criterio, lo que preocupa a los mercados de la situación de España no es tanto la política presupuestaria a corto plazo como la capacidad de la economía para generar el crecimiento futuro necesario para sostener las finanzas del Estado y la deuda pública.
El titular reclamó al Banco Central Europeo (BCE) una intervención contundente en los mercados para aliviar las presiones sobre la deuda soberana de esta nación y disipar las dudas en torno al futuro de la zona euro.
Subrayó que la intervención del BCE en los mercados debe ser contundente y no tener de antemano fijado un límite ni de cuantía ni de duración.
"No se les puede poner límite (a estas intervenciones) o no se puede explicitar al menos la cuantía con la que se va a intervenir ni durante cuánto tiempo", para no restar efectividad a una ayuda que tiene como objetivo disipar las dudas sobre la Eurozona, remarcó.
Respecto a las contrapartidas que tendrá esa asistencia, De Guindos explicó que previsiblemente se definirán en las reuniones del Eurogrupo y Ecofin (ministros de Finanzas de los países del euro y de la UE), previstas para mediados de septiembre.
El gobierno del conservador Partido Popular estudiará los detalles del programa de compra de deuda del supervisor europeo, antes de tomar una decisión sobre si pide un segundo rescate a Europa, agregó el ministro, en sintonía con lo adelantado por Rajoy.
"Hasta que no sepamos qué decisión toma el BCE nosotros tampoco tomaremos ninguna", afirmó el jefe del Ejecutivo en alusión a esa posible operación de salvamento.
Fuente: Prensa Latina.
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