La
medida fue adoptada por unanimidad después que el veto de Rusia y China
cerrara la puerta a una intervención militar. Continúa así el plan de
paz que tiene a Kofi Annan como mediador internacional.
El
Consejo de Seguridad de la ONU decidió hoy, por unanimidad, prolongar
por 30 días el mandato de la Misión de Supervisión de Naciones Unidas en
Siria (UNSMIS).
La propuesta votada fue presentada por el Reino Unido, si bien fue modificada excluyéndose de la misma la parte en la que se recurría al Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que permite la utilización de la fuerza militar en caso de conflicto, informó la agencia de noticias Europa Press.
La UNSMIS cuenta con hasta 300 observadores militares desarmados, cuya función es supervisar el alto el fuego que debería haber entrado en vigor el pasado 12 de abril y que finalmente no se aplicó.
El 16 de junio suspendieron la mayor parte de sus actividades a causa del incremento de la violencia en todo el país.
Como parte de esa misión también hay unos cien trabajadores civiles que están tratando de conseguir una solución política a la crisis siria y supervisando cuestiones relativas a los derechos humanos.
El mandato inicial de la UNSMIS era de 90 días: había comenzado el pasado abril y finalizaba hoy.
La resolución llegó después que Gran Bretaña, Estados Unidos y sus aliados fracasaron en su intento de aprobar, durante la jornada de ayer, una declaración que habría las puertas a una intervención militar en Siria.
Rusia y China, que vetaron la iniciativa, rechazaron los cuestionamientos esgrimidos contra su decisión.
A través del portavoz del Ministerio del Exterior, Alexander Lukashevich, Rusia descartó que esté bloqueando una solución al conflicto. "Los intentos de Occidente de responsabilizar a Rusia de la escalada del conflicto son inaceptables", dijo en funcionario, según declaraciones reproducidas por la agencia de noticias DPA.
"En vez de lanzar acusaciones, Occidente debería ocuparse de una solución política al conflicto", agregó.
Por su parte, China alegó que la resolución impulsada por Occidente sólo habría empeorado las cosas y extendido la violencia, y que el futuro del país debe decidirlo la propia Siria y no la comunidad internacional.
"Algunos países individuales son entusiastas a la hora de interferir en los asuntos internos de otros, incitando, provocando y deseando más problemas", dijo Li Baodong, embajador chino ante la ONU, en una declaración difundida por el Ministerio del Exterior.
Li criticó el borrador alegando que sólo iba dirigido al gobierno pero no contra los rebeldes.
Fuente: Télam.
La propuesta votada fue presentada por el Reino Unido, si bien fue modificada excluyéndose de la misma la parte en la que se recurría al Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que permite la utilización de la fuerza militar en caso de conflicto, informó la agencia de noticias Europa Press.
La UNSMIS cuenta con hasta 300 observadores militares desarmados, cuya función es supervisar el alto el fuego que debería haber entrado en vigor el pasado 12 de abril y que finalmente no se aplicó.
El 16 de junio suspendieron la mayor parte de sus actividades a causa del incremento de la violencia en todo el país.
Como parte de esa misión también hay unos cien trabajadores civiles que están tratando de conseguir una solución política a la crisis siria y supervisando cuestiones relativas a los derechos humanos.
El mandato inicial de la UNSMIS era de 90 días: había comenzado el pasado abril y finalizaba hoy.
La resolución llegó después que Gran Bretaña, Estados Unidos y sus aliados fracasaron en su intento de aprobar, durante la jornada de ayer, una declaración que habría las puertas a una intervención militar en Siria.
Rusia y China, que vetaron la iniciativa, rechazaron los cuestionamientos esgrimidos contra su decisión.
A través del portavoz del Ministerio del Exterior, Alexander Lukashevich, Rusia descartó que esté bloqueando una solución al conflicto. "Los intentos de Occidente de responsabilizar a Rusia de la escalada del conflicto son inaceptables", dijo en funcionario, según declaraciones reproducidas por la agencia de noticias DPA.
"En vez de lanzar acusaciones, Occidente debería ocuparse de una solución política al conflicto", agregó.
Por su parte, China alegó que la resolución impulsada por Occidente sólo habría empeorado las cosas y extendido la violencia, y que el futuro del país debe decidirlo la propia Siria y no la comunidad internacional.
"Algunos países individuales son entusiastas a la hora de interferir en los asuntos internos de otros, incitando, provocando y deseando más problemas", dijo Li Baodong, embajador chino ante la ONU, en una declaración difundida por el Ministerio del Exterior.
Li criticó el borrador alegando que sólo iba dirigido al gobierno pero no contra los rebeldes.
Fuente: Télam.
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