por Edwin González
Muchos de los actos violentos del ser humano son por consecuencia de un
fenómeno estructural, arraigado desde sus orígenes. Este hecho puede
adoptar distintas formas incluyendo el acto violento de presentarlo como
un objeto de consumo. Edwin González, periodista guatemalteco, propone
la creación de medios alternativos que promuevan la no-violencia.
Pressenza, Guatemala. La violencia sistemática que se observa día a día y que se difunde en los distintos
medios de comunicación, a lo largo del mundo, es una de las maneras por la cual
las empresas de comunicación nos venden como un producto de consumo masivo.
Justificando la violencia como algo normal, sin que nadie diga nada.
La consistencia de este tipo de hechos vendidos por la prensa amarillista, como le
llaman algunos teóricos de la comunicación, consiste también en el acto de violentar la
psicología social de un pueblo.
Lo lamentable aquí es que ninguna institución que dicen llamarse activistas de la Paz
no se han pronunciado al respecto.
Por lo cual vemos un incremento de hechos violentos, en los medios de comunicación.
Y por otra lado poco se ha logrado con censurar algunos programas donde se presenta
la violencia como parte de la cotidianidad del ser humano.
Vemos casos como por ejemplo de cadenas televisivas que promueven la violencia
entre personas, racismo u otros actos de discriminación.
Alimentando de esta manera la consciencia de desigualdad, y de racismo entre muchas
otras cosas, idealizando un sistema cada vez más separativo.
Dicha mecanismo de vender hechos violentos consiste también en agredir a una
agrupación colectiva desde la misma estructura política, económica, o social
A pesar de que no existe una relación directa del no consumo versus violencia, es
importante señalar que la industria o empresas de comunicación, en su mayoría
empresas monopolizadas, captan la atención de una sociedad cada vez más sedienta por
los actos violentos, y por lo cual lucran con el mismo hecho.
La posición de la violencia, lo justifican los medios de comunicación. Al presentarlo
como un objeto de venta, cambiando la percepción del fenómeno en su totalidad. Por lo
cual esta se justifica en grandes y jugosas ganancias para los dueños de los empresarios.
Un ejemplo claro es la industria cinematográfica, quienes en la creación de cintas
cinematográficas nos venden no solo productos sino también la justificación de la
violencia. Convirtiendo a esta última en mercancía.
Entonces nos preguntamos: ¿Qué podemos hacer al respecto?
Los medios de comunicación juegan un papel central en la conformación de la cultura
política y social de la población, es decir, brindan los insumos sobre los cuales la
ciudadanía puede formar sus juicios sobre diferentes temas.
Y uno de ellos es la no violencia.
La creación de medios alternativos que promuevan la participación y la cooperación
entre ciudadanos depende en su mayoría de un compromiso serio por parte de todos los
sectores y del mismo ciudadano.
lunes, 23 de julio de 2012
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