La poesía de Shaykh Umar Ibn al-Farid es considerado por muchos como el
culmen de la mística árabe en verso, aunque sorprenden- temente no es muy
conocida en Occidente. (Rumi y Hafiz, son probalemente más conocidos en
Occidente entre los grandes poetas sufís, pero ambos escribieron
originariamente en persa, no árabe). Una exploración profunda de la
experiencia espiritual.
Pressenza, Buenos Aires, Argentina. La poesía de Shaykh Umar Ibn al-Farid es considerado por muchos como
el culmen de la mística árabe en verso, aunque sorprendentemente no es
muy conocida en Occidente. (Rumi y Hafiz, son probalemente más conocidos
en Occidente entre los grandes poetas sufís, pero ambos escribieron
originariamente en persa, no árabe).
Las dos obras maestras de Ibn al-Farid son "El Himno del Vino", una
bella meditación sobre el "vino" de la bienaventuranza divina y el poema
del Camino Sufi, una exploración profunda de la experiencia espiritual a
lo largo del camino Sufi y tal vez el más largo poema místico compuesta
en árabe. Ambos poemas han inspirado profundos comentarios espirituales
a través de los siglos, y aún hoy son reverenciados y memorizados por
los sufíes y otros musulmanes devotos acualmente.
El padre de Ibn al Farid era un juez y funcionario importante del gobierno en El Cairo.
Cuando Ibn al-Farid era un joven participaba en retiros espirituales
prolongados en los oasis fuera de El Cairo, pero finalmente sintió que
no estaba haciendo un progreso espiritual suficientemente profundo.
Abandonó por ello sus inquietudes espirituales y entró en la facultad de
leyes.
Un día Ibn al-Farid vio a un frutero realizar las abluciones rituales
en el exterior de la facultad de leyes, pero el hombre las estaba
haciendo fuera del orden establecido. Cuando Ibn al-Farid trató de
corregirle, el hombre lo miró y le dijo: "Umar! Vd. no va a ser
iluminado en Egipto, Vd. será iluminado sólo en la Meca"
Umar Ibn al-Farid estaba sorprendido por esta declaración, y se dio
cuenta que el simple frutero no era un hombre ordinario. Pero argumentó
que no podía hacer el viaje a La Meca de inmediato. Entonces el hombre
le proporcionó a Ibn al-Farid una visión, en ese mismo momento, de La
Meca. Ibn al-Farid estaba tan afectado por esta experiencia que decidió
marchar de inmediato a La Meca y, según sus propias palabras, "Luego,
cuando entré en ella, la iluminación vino a mí una oleada tras otra y se
quedó."
Shaykh Umar Ibn al-Farid permaneció muchos años en La Meca, pero
finalmente regresó a El Cairo. Se convirtió en un estudioso del derecho
musulmán, un maestro de los hadith (las tradiciones que rodean los
dichos y la vida del profeta Mahoma), y un maestro de la poesía. A
diferencia de muchos otros poetas respetados de la época, Ibn al-Farid
negó el patrocinio de ricos funcionarios gubernamentales que le habrían
requerido producir poesía de propaganda, prefiriendo la vida
relativamente humilde de un profesor con libertad para componer su
poesía de la iluminación sin trabas.
Aunque aclamado en todo el mundo musulmán como uno de los clásicos
espirituales, el poema de Ibn al-Farid el Camino Sufi también ha sido
motivo de controversia porque en ella se refiere al Amado - Dios - como
"ella" en lugar de en los más género masculino tradicional.
*El Amor
Es el amor. Preserva tus entrañas,
que la pasión no es fácil,
y todo lo que elige se consume,
aunque tenga razón.
Vive libre de él,
que la calma de amor es la fatiga,
dolencia es su comienzo, y muerte su final.
Para mí, sin embargo,
el morir por amor es un vivir,
y el favor se lo debo a aquel que amo.
Te doy estos consejos
conociendo muy bien qué es el amor,
pero si tú prefieres contradecirme,
elige por ti mismo lo que te plazca.
Si deseas vivir gozosamente,
muere mártir por él; s¡ no lo haces,
el amor tiene ya su propia gente.
Quien no muere de amor, por él no vive.
Y la miel no se puede cosechar
sin exponerse al daño de las abejas*.
martes, 24 de julio de 2012
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