lunes, 16 de enero de 2012

LOS RESIDUOS DE MEDICAMENTOS TIENEN REMEDIO.


por Patricia Karpovich
para Radio Nederland


Lentamente la sociedad ha tomado conciencia de la necesidad de separar la basura doméstica que generamos. Una adecuada división de los residuos facilita su reciclaje.

Por ello, reciclamos envases o botellas de vidrio, papeles, cartón, plástico e incluso pilas o baterías que depositamos en los diversos contenedores dispuestos para ese fin. Sin embargo, existen otros productos que, por su composición especial, no son susceptibles de un reciclaje convencional por lo que necesitan un tratamiento adecuado. Nos referimos a los medicamentos.
Los restos de los remedios y sus envases también constituyen residuos domésticos que deben ser gestionados correctamente. No hay que olvidar que muchos compuestos medicinales, liberados al medioambiente, bien sea porque se arrojan por el inodoro, lavabo o desagüe o a través de las excreciones humanas, pueden ocasionar una contaminación emergente. Estamos hablando de una contaminación originada por sustancias químicas que sobreviven en las aguas residuales incluso después de su tratamiento en las plantas depuradoras.
Desde hace diez años, el programa del Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases de Medicamentos, más conocido por su sigla SIGRE, se encarga en España de la recogida de medicamentos y envoltorios de los remedios a través de los puntos de recepción ubicados en las 21 mil farmacias de todo el país.

Sanitario y Medioambiental
El director general de Sigre, el Ingeniero Juan Carlos Mampaso, explica que este programa persigue un doble fin: sanitario y medioambiental. Sanitario porque se inculca a la población, mediante spots publicitarios, difundidos por radio y televisión, y folletos, la importancia de una buena gestión del botiquín doméstico, de los medicamentos que tenemos en nuestros hogares y se alerta sobre los efectos negativos de la automedicación. Medioambiental porque si un medicamento es arrojado al lavabo, inodoro o desagüe es nocivo para el frágil equilibrio del ecosistema. Mampaso enfatiza que “el medicamento es un residuo muy singular, que merece un cuidado especial, porque no puede estar en el basurero de la calle, ni en el portal de la casa o en un punto verde, sino que debe estar custodiado en la propia farmacia, en un contenedor que garantice las medidas de seguridad y controlado por el personal farmacéutico para evitar el tráfico ilícito, desvío y falsificaciones. De ahí la importancia de que sea la farmacia el único punto de recogida por la seguridad y confianza que genera en los ciudadanos”.
Sigre recoge los remedios a través de todas las farmacias en España. Los ciudadanos llevan allí sus medicamentos caducados. La organización cuenta con una planta depuradora en Galicia, la primera de este tipo en Europa. En esa planta se identifican primeramente los medicamentos catalogados como peligrosos, como por ejemplo los empleados para combatir el cáncer, citotóxicos, citostáticos y aerosoles que tienen gases y pueden ser inflamables. Ese tipo de medicamento se separa y se envía a gestores especializados en residuos peligrosos que le dan el tratamiento adecuado. Posteriormente se separan los materiales de envases (papel, plástico, vidrio y metal) a fin de reciclar lo máximo posible. Los medicamentos no peligrosos y los envases no reciclables se eliminan completamente pero, se utilizan como combustible, bien sea para producir energía eléctrica en instalaciones térmicas o incorporándolos a procesos industriales, aprovechando su poder calorífico.

Estado de los ríos
Las autoridades medioambientales y sanitarias europeas están haciendo estudios de los grandes ríos en Europa para conocer el grado de contaminación por los medicamentos. En el caso concreto de España, el Ingeniero Mampaso indica que las concentraciones en el Río Ebro que, según aclara es un río muy caudaloso, son aún muy pequeñas, de parte por millón. La contaminación tiene dos orígenes. Las excreciones humanas son la causa principal. Cuando se toma un medicamento no se metaboliza por completo. La persona lo elimina por las heces y la orina. Las depuradoras no son capaces de filtrar todos los principios activos, precisamente porque los medicamentos se diseñan para que las moléculas sean muy estables y duren en el organismo. Y eso las hace muy resistentes. La otra fuente de contaminación que, afortunadamente, se está reduciendo, proviene de arrojar medicamentos al inodoro y, por ende, directamente al medioambiente. Por ello se están incrementando las medidas y técnicas de depuración y a la vez se busca diseñar medicamentos que se metabolicen al máximo y que, al ser estables, se puedan biodegradar fácilmente.

Diez años en la brecha
Con sólo diez años de existencia, el programa ha logrado que más del 70 por ciento de los hogares españoles recicle los medicamentos. El doble objetivo medioambiental y sanitario ha calado en la ciudadanía. Pero, Sigre no sólo se circunscribe a la geografía española porque también sirve de referencia a países de América latina, como Méjico, Colombia y Brasil.
A pesar del éxito de este programa, Sigre no se duerme en los laureles. Esta iniciativa busca profundizar la conciencia ciudadana, mejorar las técnicas de tratamiento y reciclado y colaborar con la investigación para diseñar fármacos más verdes. Esos son los retos de Sigre para lograr Un Mundo Mejor, más sostenible y más sano para todos.

0 comentarios: