martes, 17 de enero de 2012

LA CONTRACULTURA NORTEAMERICANA EN UNA ÚNICA MUESTRA DEL MALBA.


por Leticia Pogoriles

"Bye Bye American Pie", una selección de más de 110 obras de los artistas estadounidenses Jean-Michel Basquiat, Larry Clark, Nan Goldin, Jenny Holzer, Barbara Kruger y Paul McCarthy abrirá la temporada 2012 en el Malba para reflexionar sobre los inicios del under y la contracultura, tanto en la Argentina como en el mundo.

Buenos Aires, Argentina. Curada por el joven Philip Larratt-Smith y concebida como continuación de su exposición anterior en Malba, "Andy Warhol, Mr. America (2009-2010)", "Bye Bye..." explora las transformaciones de la cultura estadounidense desde los años 70 hasta el presente a través de la producción de seis de los artistas más importantes de los Estados Unidos de los últimos 40 años.
Consultado por Télam sobre los impactos de esa contracultura encarnada en estos nombres, Larratt-Smith evocó: "hubo un colapso entre la alta y baja cultura que comenzó con el arte Pop en los años 60".
"Las transformaciones tecnológicas reforzaron este proceso y todo parecía plano e igual, como parte del proceso de nivelación.
Fue una derrota que despejó el camino hacia el reino del mercado libre; la modificación de la cultura se intensificó hasta el dominio casi total", agregó.
De ese proceso cultural resultó "un arte más confesional, más subjetivo y a veces más narcisista, como la misma época donde se destaca la narración y la identidad como ejes. El entendimiento de los productos culturales como objetos de consumo se combinaron con una regresión al nivel psicológico".
Para el curador, este combo social generó "una antinomia que entró de forma permanente en la sangre de la cultura". En este universo circulaban ideas como "no confiar en el gobierno, que los padres no merezcan respeto, que el matrimonio y la familia, lejos de ser una obligación social, sean asuntos de elección personal".
Sin embargo, "se dio bajo el banner de la liberación. Fue una ironía total porque todo eso refuerza el poder del mercado, que llenó el vacío dejado por las viejas instituciones derrotadas".
El cambio clave en la cultura y el arte frente a ese panorama individualista y con gran peso mercantil se dio para Larratt-Smith en las minorías, léase mujeres y afroamericanos de Estados Unidos.
"La década de los 80 parece débil en la historia del arte, pero son las mujeres como Goldin, Holzer y Kruger las más interesantes y fuertes. También el pintor afroamericano Basquiat que hizo obras de más integridad, mezclando los idiomas de la calle y la cultura negra con las tradiciones de la pintura alta del Modernismo".
¿Cómo lograron romper con ese discurso imperante en la cultura? "Clark, como figura de la contracultura, mostró el lado oscuro de la vida bucólica del campo de Estados Unidos en el portfolio `Tulsa` con fotos de adictos a la heroína, una mujer embarazada inyectándose anfetaminas y la sexualidad de los adolescentes, con una mirada fría y dura".
"Goldin hizo un retrato colectivo del mundo under de los 70 y 80 en Nueva York en `The Ballad of Sexual Dependency`. Ambos tuvieron miradas subjetivas de sus alrededores inmediatos", asegura Larratt-Smith.
Jenny Holzer y Barbara Kruger representan otra tendencia dentro del mismo proceso. "Ellas fueron muy críticas de la cultura dominante con textos, yuxtaposiciones de texto e imágenes, que asaltaron los valores imperantes -plantea el curador- `Usá lo dominante de una cultura para cambiarla rápidamente`, decía la artista.
"Si Clark y Goldin representan una forma de acting out (la señal de la emergencia de lo reprimido) basada en sus vidas reales, Kruger y Holzer siempre preservaron una distancia de lo que criticaron en sus obras. Se podría decir que los primeros son el `ello` y Kruger y Holzer son el `superyo`", analiza.
En la actualidad norteamericana, estos seis artistas ya son considerados "canónicos y clásicos" pero el dato curatorial es "tenerlos juntos en una exposición temática sobre la fragmentación y el declive de la cultura estadounidense, en un momento en que este proceso parece estar acelerado", explica el curador.
Para Marcelo Pacheco, curador en jefe del Malba, "Bye Bye..." reflexiona sobre ese período en que "frente a todos los programas neo conservadores de los 80 aparecieron visiones diferentes y cuestionamientos provenientes de artistas que trabajaban dentro del mismo sistema, a diferencia de lo que ocurrió en épocas anteriores".
La exposición toma el nombre de la canción "American Pie" de Don McLean, que habla de la pérdida de la inocencia de la generación de los años 60, en ese sentido, Pacheco cree que "es una muestra difícil para Buenos Aires. A pesar de que tiene nombres que suenan, es una exhibición en un lenguaje contemporáneo que siempre es más complicado".
Este conjunto de obras que se podrán ver desde el 30 de marzo al 4 de junio en avenida Figueroa Alcorta 3415: "va a ser atractivo porque hay puntos de contacto importantes con lo que pasó en el under argentino y lo que pasó en el ámbito internacional", sostuvo Pacheco ante el cruce de reflexiones al que apunta la muestra.
A Larratt-Smith, que trabaja entre Londres y Nueva York, le resulta difícil descifrar el verdadero impacto de estos cambios en Argentina. "Por un lado, hoy la cultura norteamericana parece bastante popular pero, por otro, sigue provocando resistencia como imposición desde afuera y engaño colonialista. Me queda mucho más claro que el Consenso de Washington ha fracasado no sólo en Argentina, sino en toda Latinoamérica", concluyó.
En paralelo, y como forma de entender el alcance de estos artistas contraculturales, se presenta una exposición individual de León Ferrari (Buenos Aires, 1920), con una selección de 70 obras que pone el foco en los “Brailles” y las “Relecturas de la Biblia”, dos series que por primera vez serán exhibidas en forma exhaustiva en el país.
"La serie de los brailles sobre imágenes de la guerra y religiosas son para mostrar una versión de un artista local que trabajó las rupturas y la contracultura. Y de cómo a fines de los 70 y principios de los 80 empieza el cuestionamiento de lo que ya se leía claramente como la globalización y el nuevo sistema económico internacional", cerró Pacheco.
Fuente: Télam.

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