Un fiscal de Egipto solicitó la ejecución sumaria por ahorcamiento para el ex presidente Hosni Mubarak, sus hijos Alaa y Gamal y su ex ministro del Interior como responsables de cientos de muertes durante la represión ilegal de la revuelta que los derrocó.
"La Fiscalía pide la máxima pena para Mubarak y los demás acusados, que es la muerte en la horca", declaró ante el tribunal el fiscal Mustafa Jater en la tercera jornada de sesiones desde la reanudación del juicio en El Cairo, poco antes de que el juez levantara la sesión hasta el lunes próximo.
Mubarak, de 83 años, está acusado por el asesinato de más de 850 personas durante las revueltas populares que lo derrocaron en febrero último, y que tuvo a la plaza cairota de Tahrir como símbolo de la lucha contra la dictadura.
El fiscal pidió también la pena de muerte en la horca a los hijos de Mubarak, a su ex ministro del Interior y jefe de seguridad nacional, Habib al Adli, y otros seis antiguos funcionarios del temible aparato represivo de su gobierno.
El derrocado ex hombre fuerte den Egipto fue acusado además de establecer un régimen corrupto que destruyó la vida política de su país, argumento esgrimido por el fiscal durante el proceso que le sigue la Corte Penal que lo juzga en las afueras de El Cairo.
Antes de la intervención de Jater, el jefe de los cinco fiscales del juicio, Mustafa Suleiman, destacó que Mubarak, en particular durante la última década que estuvo en el poder, dedicó todos sus esfuerzos a asegurar el "proyecto de herencia del poder" a su hijo Gamal, informó la agencia de noticias Europa Press.
Suleiman terminó hoy sus alegatos contra el ex mandatario y aseguró que existen suficientes pruebas que demuestran que Mubarak fue cómplice de la muerte de cientos de manifestantes durante las revueltas.
Entre las pruebas presentadas durante el juicio figura la evidencia de que los acusados ofrecieron armas a los oficiales y efectivos de la policía para matar a los manifestantes y aterrorizar a los participantes en las protestas.
"¿Qué tiene que decir sobre los cargos que se le imputan?", inquirió el juez a un atribulado Mubarak, uno de los mandatarios derribados por la ola de protestas del año pasado conocida como Primavera árabe.
"Niego completamente esas acusaciones", declaró el ex mandatario, postrado en una camilla y vistiendo el traje blanco de los presos.
Mientras Mubarak transcurre las que quizás sean sus últimas horas detenido en un centro médico militar en las afueras de El Cairo, Egipto marcha hacia la normalización de su vida institucional.
Tras concluir ayer la tercera y última fase de las elecciones parlamentarias para renovar la Cámara baja, los primeros comicios desde el derrocamiento de Mubarak, los partidos islamistas consolidaron su triunfo electoral, según informó hoy el portal de noticias estatal Egynews.
La información del diario, reproducida por la agencia de noticias DPA, se basa en los primeros resultados obtenidos en la provincia Sinaí Norte, e indica que el partido salafista Al Nour (Partido de la Luz) obtuvo la mayoría de los votos.
También en la provincia sureña de Al Wadi, Al Jadid, otro partido islamista radical, aparecía primero en el recuento de votos.
Los partidos islamistas se habían impuesto en la primera y segunda fase electoral.
En esas etapas iniciales, el Partido de Justicia y Libertad, de los islamistas moderados Hermanos Musulmanes, la fuerza política más organizada del país, obtuvo entre el 30 y 40% de los apoyos, seguidos de Al Nour con alrededor del 20%.
Esta tercera etapa electoral se llevó a cabo en nueve provincias, en tanto la próxima semana se celebrará una segunda vuelta de esa etapa, para repartir los escaños que corresponden a candidatos directos en los que nadie obtuvo la mayoría absoluta.
Las elecciones, que comenzaron en noviembre, fueron organizadas por la Junta Militar que asumió el poder en Egipto tras la caída de Mubarak, como parte del un proceso de transición que según los militares incluirá comicios presidenciales antes de junio próximo.
Fuente: Télam.
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