jueves, 11 de marzo de 2010
Premio Paz de Westfalia 2010 para Daniel Barenboim y su Orquesta.
por Carlos Segalis.
El premio de la Paz de Westfalia será entregado este año al director y pianista Daniel Barenboim y los jóvenes músicos que forman parte de la Orquesta del Diván de Oriente y Occidente (West-Easten Divan Orchestra). La Orquesta reúne a jóvenes músicos israelíes, palestinos y del mundo árabe y es un modelo de coexistencia étnica y religiosa.
Pressenza, Buenos Aires. El premio de la Paz de Westfalia será entregado este año al director y pianista Daniel Barenboim y los jóvenes músicos que forman parte de la Orquesta del Diván de Oriente y Occidente (West-Easten Divan Orchestra). De acuerdo a los organizadores de la iniciativa, Barenboim se impuso como meta en la vida fomentar el entendimiento entre los pueblos y el diálogo en Medio Oriente, y ha encarado múltiples esfuerzos en pos del acercamiento y la reconciliación entre palestinos e israelíes. “El director y pianista no invierte sólo en el poder de la palabra del orador, sino en el poder de la música y el trabajo en equipo de la orquesta West-Eastern Divan”, aseguró el jurado en los fundamentos del premio.
Daniel Barenboim, de 67 años de edad, nació en Argentina en 1942. Su familia, de origen judío, emigró a Israel en 1952. Luego de una exitosa carrera como director y pianista, fundó junto al escritor y filósofo palestino Edward Said, en 1999, Orquesta del Diván de Oriente y Occidente (cuyo nombre tomaron de una antología de libros del dramaturgo alemán J. W. Goethe). Allí reunieron a jóvenes músicos israelíes, palestinos y árabes –judíos, musulmanes y cristianos-, con el objetivo de que los jóvenes aprendieran no sólo música, sino a superar la desconfianza y el odio y a aceptar la narrativa del otro.
La orquesta está asentada en la ciudad andaluza de Sevilla, en cuya provincia –Granada- convivieron pacíficamente durante siglos judíos, musulmanes y cristianos. Durante los veranos realizan presentaciones en los cinco continentes. Su presentación más memorable fue en agosto de 2005, cuando se televisó para todo el mundo un concierto de concientización mundial en Ramallah, capital del gobierno autónomo palestino. “Barenboim dice siempre que este proyecto no es político. Pero constituye una declaración política de ambas partes. La orquesta es un laboratorio humano, que le puede mostrar a todo el mundo, como se puede convivir con el otro”, aseguraron sus miembros en una declaración pública.
“Es un gran honor que tanto la Orquesta del Diván de Oriente y Occidente como yo recibamos el premio en conjunto”, expresó Barenboim en Berlin. “Son principalmente estos jóvenes músicos de Israel, el mundo árabe y España, los que llevan para adelante el proyecto con su compromiso personal. A diferencia de Münster y Osnabrück en aquel entonces, hoy en Medio Oriente estamos muy lejos de una solución pacífica. Antes de que se pueda dar un acuerdo, se debe comprender que el conflicto en Medio Oriente no es un enfrentamiento entre naciones, sino entre dos pueblos, que están convencidos que tienen derecho a vivir en la misma porción de tierra. El conflicto no es militar o político, sino humano. Es por esto que los músicos que conviven en la Orquesta sin importarles su precedencia constituyen una alternativa a las estructuras de pensamiento en la región”.
De acuerdo al Dr. Reinhard Zinkann, primer presidente de la Sociedad Económica de Westfalen Lippe y Director de Negocios de la Consultora alemán Miele, “Daniel Barenboim y Orquesta del Diván de Oriente y Occidente expresan conjuntamente la fuerza universal de la música. Se trata de una iniciativa cultural, que a su vez tiene anhelos políticos y una visión de acercamiento y una convivencia pacífica entre grupos enfrentados”. Y agregó: “con el premio a la paz mantenemos vivo el recuerdo de lo que los delegados acordaron en Münster y Osnabrück en 1648”.
El acuerdo –que puso fin a la Guerra de los Treinta Años en Alemania y la Guerra de los ochenta años entre España y los Países Bajos- fue alentado por el sueño de una paz duradera, que movilizara no sólo a los Estados que hicieron el acuerdo de paz, sino a los hombres de toda Europa y el mundo. “Eso se sostiene hasta el día de hoy, y da sentido a la entrega del Premio Paz de Westfalia cada dos años”, dice Zinkann.
La ceremonia de entrega tendrá lugar el 30 de octubre en la alcaldía de la ciudad alemana de Münster. En ese mismo lugar histórico fueron premiados, desde 1998 hasta 2008, el primer presidente de República Checa Václav Havel, el ex primer ministro alemán Helmut Kohl, la ex fiscal jefe del Tribunal de Derecho Penal Internacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Carla del Ponte, el director y opositor pacifista a las políticas de República Democrática Alemana (DDR) Kurt Masur, el ex presidente francés Valéry Giscard d`Estaing y el ex Secretario General de la ONU Kofi Annan. El galardón se entrega desde el 350 aniversario de los tratados de paz de Münster y Osnabrück.
Junto con estas personalidades, que dedicaron su vida a la paz en Europa y el resto del mundo, fueron premiados jóvenes que mediante sus actos constituyeron un ejemplo de la reconciliación política, social y ecológica –como los “Sternsinger”, una agrupación de villancicos solidaria (2004) o los Jóvenes Voluntarios de la Orden de Malta (2008), que asisten a niños discapacitados en zonas de guerra y crisis-. Un premio de 50.000 euros será repartido entre ambos galardonados.
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