miércoles, 31 de marzo de 2010

Cambio de modelo para salvar la especie humana propone pre-conferencia de los pueblos indígenas sobre cambio climático.


por Denisse Hanna.

Después de dos intensos días de trabajo en la pre-conferencia de los pueblos indígenas, las organizaciones sociales de Bolivia con sus más de quinientos participantes concluyeron este encuentro estableciendo que es necesario recuperar el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano, en defensa de los derechos de la Madre Tierra.

Pressenza, La Paz. Los más de 500 participantes han evaluado y ratificando la posición boliviana de buscar alternativas hacia la explotación de recursos fósiles, además de haber enfatizado en la desfavorable línea consumista del capitalismo. “Presionar al mundo desarrollado para cambiar el modelo capitalista, consumista y contaminador a gran escala”, decía el viceministro de Medio Ambiente, Juan Pablo Ramos, a tiempo de explicar que se debe lograr una conciencia entre los pueblos.
En 17 mesas de trabajo, se delinearon las líneas de acción a presentarse en la cumbre mundial de cambio climático y defensa de la Madre Tierra , programada para el 19 al 22 de abril, en Tiquiyapa, Cochabamba (Bolivia). Entre los aspectos claves que se detallaron están: cambiar el sistema y no el clima, la creación de un tribunal de justicia ambiental, identificar los derechos de la Madre Tierra y generar un referéndum de los pueblos sobre cambio climático.
Por su parte el presidente Evo Morales, al inaugurar la pre-cumbre, indicó la necesidad de cambiar el modelo capitalista desfavorable a la Madre Tierra que está causando hambre, calentamiento y otros aspectos que son un atentado para la vida del ser humano. Así mismo, el primer mandatario sugirió la formación de la Unidad de Naciones Originarias del Mundo (UNO), una entidad paralela a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En referencia a la recuperación de la visión de equilibrio con la naturaleza, el sector rural de Bolivia expresó la necesidad de no explotar las tierras de forma intensiva, sino el fomentar los cultivos rotativos o hacer descansar las tierras; así como también impulsar una misión que pueda velar por los derechos de los indígenas vinculados a la tierra.
Al finalizar el encuentro se nombró una comisión que redactará el documento final de la propuesta Bolivia para la próxima Cumbre que contiene los lineamientos trabajados en estos días.
La pre-conferencia contó con la participación de representantes de la Central Obrera Boliviana (COB), la Confederación Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas, Originarias de Bolivia Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS), la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) y otras organizaciones sociales.
Igualmente el viceministro de Medio Ambiente, Juan Pablo Ramos, informó que unos 15.000 participantes entre nacionales y extranjeros, participarán en la Cumbre Mundial, contando con las delegaciones de países como: México, Ecuador, Brasil, Colombia, Venezuela, Chile, Argentina, Perú, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Honduras además del Gran Consejo de Pueblos Indígenas de Canadá y de Estados Unidos.

Temas a abordarse en la Cumbre:
Armonía con la naturaleza para el Vivir Bien; derechos de la Madre Tierra; referendo sobre el cambio climático; tribunal sobre derecho ambiental; refugiados climáticos y pueblos indígenas; deuda ambiental; visión compartida; Protocolo de Kioto; compromisos de reducción de emisiones; adaptación, financiamiento y transferencia de tecnología; bosques y cambio climático; peligros de los mercados de carbono; estrategias de acción y otros .

1 comentarios:

Luis Eduardo Siles dijo...

Hay demagogias de proporciones tan descomunales que pasan al ámbito del surrealismo, son imposturas al límite de lo diabólico, cinismos que necesitan algún superlativo.. Este es el caso de la la cruzada internacional a favor del medio ambiente y de la “madre tierra” que intenta presentar como su nueva identidad ideológica el señor Evo Morales, inciativa que tiene una consistencia ética parecida a una convocatoria de Osama Bin Laden a la Paz mundial.

La producción de hoja de coca, sustento político, económico, y principal fuente de legitimidad presidencial, ha experimentado un crecimiento geométrico desde 2006, incluyendo el cultivo en áreas protegidas, y es responsable de la mayor devastación de las tierras fértiles en Bolivia desde que los conquistadores españoles decidieron acabar a plan de incendios el manto vegetal altiplánico. A la esterilización producida por el arbusto, que imposibilita cultivos posteriores durante diez años y cuya superficie aumento en diez veces durante la presidencia de Morales hasta alcanzar hoy 50 000 hectáreas , se deben agregar la inmisericorde y descontrolada vertida de miles de litros de residuos altamente tóxicos de acido sulfúrico, cal viva y otros químicos, derivados de la masiva producción de cocaína que a migrado de sus lugares de producción en el oriente a zonas peri urbanas y rurales del occidente. Morales incluyó a la hoja de coca, sin la cual es obviamente imposible producir cocaína, en la constitución y el canciller Choquehuanca propuso que los niños de Bolivia debieran tomarla en el desayuno en vez de la leche.

Esta devastación es gravísima e ilustra la hipocresía de un gobierno que vocifera sobre el agua como un derecho humano, por ejemplo, pero que permite que la minería transnacional contamine como nunca los acuíferos del altiplano y como en el caso de San Cristóbal en pocos años habrá consumido por si sola tales cantidades que habrá convertido el sur de Bolivia en un desierto hasta debajo de la superficie.

El “sagrado” lago Titicaca se ha convertido en una cloaca producto del derrame de aguas servidas que ha crecido sin que se haya definido una política pública sobre esta problemática que ha confinado la presencia piscícola a las áreas de granja y a las especies que aun toleran esta contaminación. En el carnaval de Oruro, bajo la etiqueta de respeto a las “culturas ancestrales” miles bailaron haciendo sonar instrumentos musicales y exhibiendo vestuarios hechos con especies en extinción sacrificadas expresamente ignorando no solo las leyes sino los ruegos de organizaciones medioambientalistas y ciudadanos.

Ufano de su relativo apoyo electoral, el gobierno seguirá sembrando las canchas de futbol de todo el país de césped sintético para que armonice con alfombra de basura plástica que acompaña al viajero a lo largo de todas las carreteras y que es la cotidianeidad de la mayoría de los pueblos, e incluso de ciudades como Oruro y Cochabamba. En esas condiciones presentarse como el gran medioambientalista es una desfachatez alevosa e inaudita, una indecencia grotesca