viernes, 11 de diciembre de 2009

"La Marcha Mundial ha superado todas mis expectativas", dice Tomás Hirsch.


por Pía Figueroa.

En cada ciudad por la que vamos pasando con esta Marcha, el recibimiento es sorprendente. En pequeños pueblos de Guatyemala la gente salía a las calles a acompañarnos. Nos regalaban sus creaciones locales con un cariño conmocionante. Nos muestran su vocacion de Paz, nos abren sus corazones mostrándonos la violencia que sufren.

Pressenza, Santiago. Nos salen al encuentro Mayas, en poblados guatemaltecos, que nos encomiendan a sus dioses y espíritus. Neoyorkinos de todas las nacionalidades imaginables acompañándonos en el cruce del simbólico puente de Brookling. Un jóven soldado que ha regresado de Irak y que a los pies del Monumento a Lincoln, en Washington, nos muestra su alma herida pero resuelta a cambiar las cosas. En Tijuana, nos reciben con sus ritos sagrados para bendecirnos y augurarnos una buena llegada a Punta de Vacas. En Ciudad de México las mujeres trabajadoras que están en huelga de hambre nos reciben y hacen la Marcha suya. En fin, se me vienen a borbotones decenas de experiencias muy conmocionantes.

P: ¿Qué es lo que más te ha impactado del tramo que recientemente acompañaste?

TH: Como ves, recién te decía que son muchas las experiencias que me van impactando a medida que recorro nuestra Región. Quizá lo más fuerte ha sido llegar a las 2 de la mañana a Esquipulas, con 6 horas de atraso y encontrarnos con que cientos de personas nos seguían esperando para inaugurar la escultura de homenaje a la Marcha Mundial levantada a la entrada del pueblo. Saber que al inicio habían más de cinco mil personas esperando. Encontrarnos con un pueblo agradecido hasta las lágrimas por recibir a la Marcha e inaugurar de madrugada una maravillosa, sorprendente escultura con 22 pares de piernas paradas sobre armas que se van hundiendo en la tierra. Piernas que representan a las 22 culturas del pais y que fueron creadas a partir de moldes de las mujeres, niños, ancianos, hombres del pueblo. Y luego de agradecerles, invitarlos a un nuevo desafío: levantar un Parque de Estudio y Reflexión y saber a la mañana siguiente que se han quedado horas ya planificando cómo lo harán. Creo que esa experiencia sintetiza todo lo bueno de la Marcha en la que estamos.
La otra cara, el contraste, la experiencia más fuerte fue ver el muro que separa USA con Mexico en Tijuana. Quien no lo ve, no lo imagina ni lo cree. Es un nuevo muro de Berlin. Es de una violencia extrema. Y ver y tocar las cinco mil cruces de quienes han muerto al intentar cruzar la frontera es algo que remueve la conciencia y el corazón.

P: ¿Cómo concluirá la Marcha y qué pasará después de ella?
TH: La Marcha Mundial concluye el 2 de Enero en el Parque de Estudio y Reflexión de Punta de Vacas. Ese día termina la Marcha pero de ninguna manera termina el desafio que nos hemos propuesto: generar conciencia en torno a la Paz y la No Violencia. Entonces lo que sigue es darle continuidad a ese proyecto organizando, vinculando a quienes quieren impulsarlo. Para eso la tarea más importante será impulsar la formación de cinco organismos que, actuando en campos diferentes y específicos, vayan estructurando propuestas y acciones concretas a nivel local y mundial que efectivicen lo que el Humanismo ha sintetizado en la frase: "Humanizar la Tierra".
Para ello habrá que diseñar el modo de actuar en lo social con un aparato como La Comunidad (para el desarrollo humano) para ir superando la violencia, cómo avanzar hacia la Convergencia de Culturas, de qué modo actuar en lo político con un Partido Humanista que sea la expresión de la base social; por cierto que Mundo Sin Guerras deberá buscar el modo de dar continuidad a todas las propuestas recibidas durante esta Marcha Mundial y lo propio hará en su campo el Centro Mundial de Estudios Humanistas, que ya prepara un próximo Simposio para octubre del 2010.

P: ¿Cómo se llega a Punta de Vacas?
TH: Se llega sobre todo con muchas ganas de ser protagonista de un momento historico único. Se llega con la resolución de contribuir a hacer de nuestro planeta un mejor lugar para todos.
En terminos más "prácticos", a Punta de Vacas se llega desde Santiago de Chile o desde Mendoza en Argentina, ambas ciudades situadas a aproximadamente 170 kilómetros del Parque. Se puede llegar en bus, entiendo que toda la información para comprar los pasajes está en el sitio www.marchamundial.cl - "tramo final". Por que éste es efectivamente el tramo final de una Marcha que ha recorrido todo el mundo creando conciencia sobre la necesidad del desarme y de la paz.

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