viernes, 18 de diciembre de 2009
La saharaui Haidar regresa a casa tras huelga de hambre de 32 días.
Madrid/El Aaiún (DPA). “Esto es un triunfo. Una victoria del derecho internacional, de los derechos humanos, de la justicia internacional y de la causa saharaui".
Aminetu Haidar regresó hoy por fin a casa, después de una huelga de hambre de 32 días que la dejó debilitada, pero que consiguió ejercer tal presión sobre Marruecos que el reino alauí acabó aceptándola sin condiciones.
Poco después de la medianoche (local) aterrizó en El Aaiún el avión medicalizado que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero había enviado a recogerla a la isla española de Lanzarote tras alcanzar al parecer un acuerdo con el país magrebí con la ayuda del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien el 15 de diciembre recibió al ministro de Exteriores de Marruecos, Taib Fassi Fihri.
Abrazo a sus hijos
Más de un mes después de ser expulsada por Rabat el 14 de noviembre de la capital de la ex colonia española ocupada por Marruecos en 1975, la activista, de 42 años, puede volver a abrazar a sus dos hijos y a su madre.
Entre gran expectación, aterrizó acompañada por una de sus hermanas y por el médico español que la atendió al inicio de su huelga de hambre, hasta que ella decidió también dejar de recibir asistencia sanitaria. En Lanzarote, 300 personas la despidieron entre vítores, aplausos y demás muestras de júbilo.
Y es que, a lo largo de su lucha pacífica en el aeropuerto de la isla canaria, gran parte de la sociedad española se solidarizó con ella y la apoyó hasta el punto de situar al gobierno de Zapatero en el ojo del huracán de unas críticas que también se dirigieron contra Marruecos.
El país magrebí, en el que Haidar llegó a estar casi cuatro años en prisión por su lucha pacífica a favor de la autodeterminación de su pueblo, le había retirado su pasaporte antes de expulsarla. Y sin él no podía salir de España. La activista saharaui rechazó las dos opciones que le planteó el Ejecutivo español: el estatuto de refugiada y la nacionalidad española.
Y al final ha regresado a su tierra sin condiciones. Conocida como "Gandhi del Sahara", Haidar no tendrá que pedir perdón al rey Mohammed VI ni reconocer públicamente la nacionalidad marroquí, algo a lo que miembros del Ejecutivo alauita la habían instado a lo largo de los 32 días en los que ha estado en huelga de hambre exigiendo poder volver a casa con sus hijos como salió de allí.
Haidar salió esta noche en silla de ruedas del centro sanitario en el que había ingresado voluntariamente en la madrugada del jueves ante el agravamiento de su salud. Lo hizo sin haber tomado alimento alguno, porque ya advirtió que no lo haría hasta pisar suelo saharaui.
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