domingo, 2 de agosto de 2015

La discriminación está lejos de ser superada, aun después de 5 años del Estatuto de Igualdad Racial

Incluso después de cinco años de la aprobación del Estatuto de la Igualdad Racial, brasileños y brasileñas todavía están lejos de superar la profunda brecha racial que existe en el país. El estatuto consta de 65 artículos, busca garantizar la eficacia de las políticas públicas orientadas a la población negra, fue promulgado en 2010.
 
Negros y negras en Brasil continúan enfrentando dificultas, como, por ejemplo, tener acceso a la educación superior, el mercado laboral y los servicios públicos. Esto queda evidente cuando se constata que la mayoría de los pobres son negros, dos tercios de los pobres y la mitad de la población negra todavía vive por debajo del umbral de la pobreza. Además, un joven blanco tiene tres veces más probabilidades de tener acceso a la universidad y los índices de analfabetismo se duplican en la población de raza negra.
El obispo de referencia de la Pastoral afro-brasileña, Don Zanoni Demettino Castro, considera que el estatuto como una poderosa herramienta en la lucha por la igualdad racial, pero considera necesario el empeño de todos para que sea cumplido y reglamentado. Además, él piensa es necesaria su más amplia divulgación. "Está ahí, sin embargo, pocas personas lo conocen. Y quienes lo conocen a menudo no buscan [aplicarlo]. Hay muchas acciones específicas que es necesario realizar. El pueblo negro necesita conocer sus derechos", expresa el arzobispo Zanoni.
Algunas medidas ya han sido tomadas por el gobierno, como el sistema de cuotas en los concursos públicos [para cargos] y procesos selectivos, que establecen cerca de 200 mil cupos [lugares] a personas negras en las universidades públicas de todo el país en los últimos dos años. Según Don Zanoni, el Estatuto es una gran conquista que debemos celebrar. "Él vino, sin duda, a fortalecer las políticas de acción afirmativa. El creciente número de hombres y mujeres negros en las universidades es una realidad ", dice.
La mayor parte de las normas del Estatuto no son obligatorias, sólo son sugerencias, es decir, no contempla sanciones por su incumplimiento, lo que, de acuerdo con Douglas Belchior, fundador de Uneafro-Brasil y del movimiento negro militante, dificulta la lucha contra el racismo. "el estatuto es sólo un buen documento, los parlamentarios tienen que reconocer [en el presente] es cómo Brasil sufre hasta hoy por un día haber esclavizado a los negros", destaca el militante.
Algunos activistas sostienen como necesaria, una reforma del Estatuto. "No sólo debe ser cambiado el estatuto, también varias cuestiones como la distribución de los ingresos y la reforma agraria", reitera Belchior.
De acuerdo con la Encuesta Nacional a través de Muestra de Hogares (PNAD), realizada en 2013, el 52,9% de la población se considera negra o parda.
Autor: Ana Clara Jovino
Fuente: Adital

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