Washington, 12 nov (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama,
planea adelantar esta semana una campaña pública para consolidar el
apoyo ciudadano a su iniciativa relacionada con el aumento de impuestos a
los más ricos como medio de contrarrestar el déficit.
Obama se reunirá mañana martes con líderes sindicales y el miércoles
con representantes del sector privado empresarial con la meta de ganar
adeptos para su propuesta de incrementar gravámenes desde 35 hasta 39,6
por ciento.
El propósito del mandatario demócrata apunta hacia
aquellos ciudadanos con ingresos mayores de 250 mil dólares anuales, una
porción de la población beneficiada con pactos legislativos
certificados durante la administración de George W. Bush.
Según
cálculos de la Casa Blanca, el fin de la era Bush de privilegios
fiscales podría aportar un adicional de 440 mil millones de dólares de
recaudos gubernamentales en los próximos 10 años.
Con el mismo
objetivo, Obama se reunió el viernes último con líderes de ambos
partidos en el Congreso federal, pero los republicanos en principio se
mostraron renuentes a respaldar un incremento de tributos para las
clases más pudientes del país.
Dos días después de ganar las
elecciones del pasado martes 6, el jefe de la Casa Blanca abordó el tema
y recordó la fuerte alza de impuestos que se avecina por lo que -dijo-
"el Congreso debe estar abierto a compromisos y nuevas ideas".
Estoy comprometido a resolver nuestro desafío fiscal, pero me niego a
aceptar una propuesta que no sea equilibrada, enfatizó Obama, quien
estará en la Oficina Oval cuatro años más pero con la mayoría en contra
en la Cámara de Representantes.
Acorde con el gobernante, otro
plan que propugna un recorte de gravámenes para la clase media daría a
millones de familias y al 97 por ciento de las medianas empresas la
noción de que la industria nacional transita hacia una rápida expansión.
Fuente: Prensa Latina
lunes, 12 de noviembre de 2012
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