En una rueda de prensa, el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda,
reiteró la promesa hecha anteriormente por el Partido Democrático de
Japón (PDJ) de abandonar la generación de energía atómica y sustituirla
por fuentes energéticas renovables tras lo ocurrido en Fukushima luego
del terremoto y tsunami de marzo de 2011.
El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, prometió este martes que
el país abandonará la energía nuclear en las próximas décadas y que se
buscará fuentes energéticas renovables, luego de la tragedia que se
experimentó en la planta de Fukushima tras el terremoto y tsunami del 11
de marzo de 2011.
Noda, indicó a la prensa que luego de lo ocurrido con la catástrofe
natural, el pueblo japonés desea que su sociedad no se centre en la
energía nuclear.
Esta promesa ya la había hecho el gobernante Partido Democrático de
Japón (PDJ) antes de que se realizaran las elecciones del 16 de
diciembre pasado.
El PDJ también había apuntado en un documento que intentará acabar
con la deflación durante el año fiscal 2014, realizando un trabajo
conjunto con el Banco de Japón, así como también prometió un presupuesto
extra para principios de 2013.
En el texto, reiteró el deseo del país de profundizar las alianzas
con Estados Unidos y incentivar el libre comercio en las conversaciones
sobre la Asociación Trans-Pacífico.
Mientras tanto, el primer ministro también se comprometió, en el
encuentro con los periodistas, a realizar políticas diplomáticas y de
defensa tranquilas y realistas.
La semana pasada, la directora ejecutiva de la Agencia Internacional
de la Energía (AIE), Maria van der Hoeven, resaltó durante una visita a
Tokio que Japón estaba determinada a alejarse de las energías nucleares
en pro de las renovables, sin embargo, para ello necesitaba optimizar su
red eléctrica.
Según el informe de perspectivas globales presentado este mes por la
AIE, las políticas que diseña Japón para los próximos 20 años, tras el
accidente de Fukushima, se encamina hacia la reducción de la fisión
atómica y un aumento de la generación energética mediante gas y
renovables.
Actualmente, Japón tiene paralizadas 48 de sus 50 reactores atómicos,
luego de lo que ocurriera en Fukushima Daiichi, cuando el tsunami dejó
fuera de funcionamiento a una docena de generadores diesel y alterara
el enfriamiento de los tanques de combustible. Surgieron posteriormente
una serie de hechos que impidieron que estabilizar la seguridad de la
planta.
Todas las consecuencias a largo plazo de la radiación liberada en el
accidente nuclear de la central de Fukushima en marzo de 2011 no han
sido calculadas todavía.
La Organización Mundial de la Salud advierte que los jóvenes están en
riesgo a la intoxicación por radiación en la glándula tiroide, mientras
que los niños se enfrentan a las peores consecuencias, porque sus
células se dividen a un ritmo acelerado.
La última investigación señala que en el transcurso de cinco años el
agua del océano altamente contaminada de la zona podría llegar a la
costa oeste de Estados Unidos.
Los japoneses han protagonizados numerosas protestas para pedir al gobierno nipón que se no se siga utilizando la energía nuclear.
Fuente: teleSUR
miércoles, 28 de noviembre de 2012
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