Bruselas, 22 nov (PL) Los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea
(UE) buscarán entre hoy y mañana un acuerdo sobre el presupuesto para
2014-2020, recortado por la crisis económica y de deuda soberana en la
región.
Todo parece indicar que ese objetivo será difícil por el enfrentamiento
entre los contribuyentes netos, que reclaman más disminuciones en línea
con la austeridad presente en los presupuestos nacionales, y los
beneficiarios de las ayudas europeas contrarios a las rebajas.
Fuentes del ejecutivo comunitario también advirtieron que habrá
diferencias e intentos de interferir en las negociaciones de los líderes
europeos por el fracaso del Eurogrupo en desbloquear la ayuda urgente a
Grecia.
La cumbre de la UE comenzará con una nueva propuesta de
compromiso presupuestario y podría prolongarse más allá del viernes si
es necesario.
Las posibilidades de un acuerdo al respecto
aumentaron gracias a la última propuesta de un recorte de 80 mil
millones de euros respecto al plan original de la Comisión, que ascendía
a mil 33 billones (millones de millones) de euros para siete años en un
intento por contentar a los contribuyentes netos.
Las
diferencias entre retractores y defensores se limitan al 0,1-02 por
ciento del Producto Interno Bruto, mientras el plan original del Consejo
Europeo supone una reducción de 20 mil millones de euros respecto a las
actuales perspectivas financieras, lo que debería contentar a los
contribuyentes netos.
Casi todos los países, especialmente los llamados amigos de la cohesión, entre ellos España e Italia, protestaron a viva voz.
Sin embargo, siete de los 11 contribuyentes netos (Reino Unido,
Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria, Holanda y Finlandia) aplaudieron
las reducciones del ejecutivo comunitario e incluso pidieron más
recortes.
Confrontados con ellos, 14 naciones consideran que
esos recortes son excesivos en lo que respecta a las ayudas regionales
(entre ellos España, Portugal, Italia y Grecia), y otros 11 en las
destinadas a la agricultura (España, Italia y sobre todo Francia).
Los amigos de la cohesión insisten en que se tome en consideración la
situación de los países más afectados por la crisis, y del otro lado los
más ricos piden que la austeridad en las cuentas nacionales se aplique
al presupuesto común.
Fuente: Prensa Latina
jueves, 22 de noviembre de 2012
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