por Carlos Segalis.
Desde diciembre de 2007, cuando comenzó el Plan Nacional de Desarme, se destruyeron 100 mil armas de fuego entregadas voluntariamente por ciudadanos de todo el país. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina decidió continuar con este Plan por dos años más, contando con el apoyo de numerosas ONG´s y de familiares de víctimas de delitos con armas de fuego.
Pressenza, Buenos Aires. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina llevó adelante el 30 de octubre la fundición de 31 mil armas de fuego, que fueron recolectadas en el marco del Plan Nacional de Desarme. Con esta nueva destrucción, ya se han superado las 100 mil armas desde diciembre de 2007, cuando comenzó la implementación del programa.
El Director Nacional del Registro Nacional de Armas (RENAR), Andrés Meiszner, contó a la agencia de noticias Télam que las armas destruidas “fueron entregadas voluntariamente por los ciudadanos de todo el país desde abril a diciembre de 2008 a cambio de una retribución de iba de los 100 a los 400 pesos (entre 25 y 100 dólares)”.
Julio Alak, titular del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, aseguró a Télam que gracias a al programa “hemos logrado llegar a destruir el 8,6 por ciento del total de armas registradas que hay en el país”. Se trata de aproximadamente un millón de piezas que incluyen revólveres, escopetas, rifles y ametralladoras de los más variados calibres.
El funcionario, con el apoyo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ha decidido prorrogar el plan por dos años más. “Argentina es uno de los países con menos índice de muertes por arma de fuego en Latinoamérica y estamos luchando para disminuirlo a partir de medidas muy buenas y concretas como esta”, agregó Alak.
La provincia de Buenos Aires, por su parte, hará lo mismo con las armas de origen delictivo. “Tenemos ya 80 mil armas que están identificas en sede judicial y otras 10 mil en el Registro Provincial de Armas, a las que sumaremos la recolección de otras de uso civil”, explicó el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal.
La iniciativa cuenta con el apoyo de distintas ONGs y familiares de víctimas de delitos con armas de fuego. Adrián Marcenac, padre de un joven asesinado en el barrio porteño de Belgrano en 2006, aseguró que “con esta iniciativa tanto el Estado como las asociaciones civiles estamos tratando de concientizar a la ciudadanía sobre el riesgo que tienen las armas en casa de familia”.
Por último, Marcenac comentó que existe una iniciativa para crear una experiencia piloto en la zona de Necochea y Mar del Plata para buscar “un municipio sin armas”.
viernes, 6 de noviembre de 2009
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