domingo, 8 de agosto de 2010
"LA PALABRA GUERRA NO ESTÁ EN MI DICCIONARIO".
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó ayer que "restablecer las relaciones con Ecuador y Venezuela es un objetivo de mi gobierno", al pronunciar su primer discurso como mandatario tras la ceremonia de asunción en la que repasó sus propuestas de gobierno.
Además, Santos aseguró que "combatiremos el hambre con la misma intensidad que cometimos el terrorismo".
"Queremos unirnos en paz a nuestros vecinos, porque entendemos que sobre las diferencias ideológicas nos unen lazos de hermandad", aseguró Santos, y reiteró que "va a propiciar el diálogo con los países vecinos, porque cuando lo hicimos tuvimos prosperidad y trabajo para nuestros pueblos".
Santos agradeció "las voluntades de quienes se ofrecieron para mediar en el conflicto con Venezuela, pero les digo, que por mi estilo, yo mismo buscaré el diálogo lo más pronto posible".
Este fue uno de los puntos fuertes de su discurso en el que afirmó que el "diálogo, el respeto y la diplomacia" formarán parte de su política exterior.
En el tema político llamó a un "gran acuerdo nacional" para "avanzar hacia la "prosperidad democrática" y realizó una encendida defensa de sus propuestas para "acabar con las desigualdades en Colombia".
"Combatiremos el hambre con la misma intensidad con que combatimos el terrorismo", aseveró, y detalló propuestas de gobierno y creación de ministerios y secretarías para garantizar la creación de fuentes de trabajo, el acceso a la vivienda y la educación.
El mandatario también se dirigió "a los grupos armados ilegales" y dijo: "Mi gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la erradicación de la violencia de la construcción de una sociedad más próspera, equitativa y justa".
"Las puertas no están cerradas al diálogo, pero será sobre premisas inalterables como la renuncia a las armas, al secuestro, al narcotráfico, a la intimidación, porque no se trata de una exigencia caprichosa de un gobernante de turno, es el clamor de una nación", afirmó.
Pero advirtió a los grupos ilegales armados que "mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos colombianos, seguiremos enfrentando a todos violentos sin excepción con todo lo que esté a nuestro alcance".
"Y ustedes, los que me escuchan, saben que somos eficaces", advirtió en medio de los aplausos.
El mandatario colombiano bregó por una integración regional e internacional para lograr que Colombia "alcance su prosperidad en paz" y abogó por el cuidado de los recursos naturales.
"El planeta no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos", aseguró, y confirmó la conformación de un Ministerio de Ambiente y la creación de una Secretaría del Agua para preservar ese recurso natural.
Santos recibió ayer el mando de parte del ex presidente Alvaro Uribe en una ceremonia que comenzó a las 15 (17 de Argentina) con la llegada de los 17 mandatarios invitados y delegaciones de más de 70 países a la Plaza de Bolívar, donde se montó un palco en que se realizó la sesión del pleno del Congreso para la jura del nuevo presidente.
Santos llegó hasta el palco desde la sede de la Cancillería y fue recibido por Uribe para dar comienzo al acto que, en varios pasajes, soportó una fuerte lluvia que obligó al reparto de cientos de paraguas blancos con la bandera colombiana.
Allí juró junto a su vicepresidente Angelino Garzón y realizó su discurso tras las palabras del titular de congreso Armando Benedetti.
Finalizado el discurso, con un desfile aéreo sobre la plaza, Santos se dirigió con Uribe hacia la Casa de Nariño, donde el presidente saliente le entregó "la llave de la casa de gobierno", donde Santos recibió a los invitados especiales para el saludo protocolar y finalmente tomó juramento a todos sus ministros.
Fuente: agencia Télam.
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