sábado, 21 de agosto de 2010
FRANCIA CONTINUARÁ CON LA DEPORTACIÓN DE GITANOS Y LA DESTRUCCIÓN DE SUS ASENTAMIENTOS.
El gobierno galo asegura que se trata de ‘deportaciones voluntarias’, y ha ordenado desmantelar los asentamientos gitanos. En total, Francia planea evacuar a unos 700 ciudadanos a pesar de las críticas que ha recibido este país por expulsar de su territorio a quienes son tan europeos como los franceses.
Dos vuelos regulares desde Lyon y París con destino a Bucarest han transportado esta semana al primer centenar de gitanos deportados de Francia en una controvertida operación.
El Gobierno de Nicolas Sarkozy se justifica, argumentando que son europeos pero indocumentados. Los primeros deportados se encuentran ya en Bucarest.
Escoltados por la policía y cargados de maletas y paquetes, unos setenta gitanos embarcaron en un vuelo de la compañía rumana Blue Air que la tarde del jueves salió de Lyon, y otro grupo menos numeroso lo hizo desde el parisino de Charles de Gaulle.
La Fundación Secretariado Gitano (FSG) considera indignante la deportación de gitanos rumanos y búlgaros iniciada por las autoridades francesas.
“Las medidas del gobierno francés suponen una vuelta al siglo XV. No tiene sentido que en pleno siglo XXI un país de la UE esté deportando a ciudadanos europeos”, asegura Isidro Rodríguez, director de la FSG.
Por su parte, el Gobierno galo asegura que esas 79 personas no han sido “expulsadas” del país, si no que se trata de deportaciones "voluntarias" de inmigrantes en situación irregular que aceptan irse a sus países tras haberse acogido al un programa de ayudas al retorno, que consiste en un billete de avión y 300 euros por adulto o 100 euros por niño.
Francia anunció más deportaciones y la destrucción de asentamientos gitanos
Este fue el primer vuelo de los tres previstos para los próximos días, según ha anunciado el ministro francés de Interior, Brice Hortefeux, quien ha precisado que se espera evacuar a un total de 700 romanís en situación irregular.
Además de estas deportaciones, el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, dio hace algunas semanas la orden de desmantelar, en un plazo de tres meses, los asentamientos gitanos en el país. Hortefeux lo está cumpliendo y, en menos de un mes, ya ha desmantelado más de 50 campamentos.
Sarkozy ignora las críticas internas y también las externas, que le están llegando de los países afectados, Rumanía y Bulgaria, pero también de la Comisión Europea, que ya ha alertado de que vigilará estas expulsiones para asegurarse de que Francia cumple las reglas de libre circulación.
Las autoridades galas se escudan en el hecho de que los gitanos deportados, pese a ser ciudadanos europeos, se instalaron en territorio francés de forma irregular. Insisten además en que se van sin ser forzados, acogiéndose al llamado programa de ayudas al retorno, es decir, con un billete de avión y 300 euros por adulto y 100 euros por menor.
La Fundación Secretariado Gitano, (FSG) en coordinación con otras organizaciones nacionales y europeas, en especial la Coalición por una Política Europea para la Población Gitana (ERPC), han instado a los ministerios de Asuntos Exteriores, Interior y Justicia así como a la Comisión Europea y a todos aquellos organismos relevantes a rechazar abiertamente estas medidas contra la población gitana en Francia y a tener una postura más activa en la búsqueda de soluciones que pasen por más políticas de inclusión y no por la negación de derechos.
"No se puede dar respuesta a la situación del colectivo gitano criminalizándolo", ni "mandando mensajes a la ciudadanía que mezclan el ser gitano con cuestiones de ilegalidad, delincuencia y mendicidad", sentenció Isidro Rodríguez, director de la FSG.
Tanto la FSG como la ERPC, difundieron el 29 de julio un comunicado en el que denuncian el tratamiento que está recibiendo la población gitana en Francia, más allá de las deportaciones y el desmantelamiento de los lugares donde habitan.
Fuente: Corresponsal de paz.
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