Naciones Unidas, 18 sep (PL). El relator especial de la ONU para asuntos
indígenas, James Anaya, denunció hoy a las corporaciones de la industria
extractiva como fuente de tensiones por ignorar los intereses de las
comunidades originarias.
Esas compañías no consultan con las poblaciones nativas antes de
comenzar a trabajar en territorios que pertenecen a esos grupos, subrayó
el especialista al presentar en Ginebra un informe ante la Comisión de
Derechos Humanos de Naciones Unidas.
En ese sentido, reclamó una
mayor atención al derecho de esas comunidades al consentimiento libre,
previo e informado, contenido en la Declaración de la ONU sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas.
Hay que tener en cuenta el
examen de las prerrogativas de esos conglomerados sobre sus derechos
primarios sustantivos relacionados con la extracción de recursos
naturales, puntualizó Anaya.
Indicó que eso incluye, en
particular, la propiedad sobre la tierra, los recursos naturales, la
cultura, la religión y la salud y a establecer sus propias prioridades
de desarrollo, "como parte de su derecho fundamental a la
autodeterminación".
Los proyectos de la industria extractiva son
ejecutados por las corporaciones con una pequeña participación de los
gobiernos y ninguna de las comunidades indígenas, las cuales son muy
afectadas por esos esquemas, abundó.
En otra parte de su
informe, el relator especial también advirtió sobre el problema de la
violencia contra las mujeres y niñas indígenas y destacó la necesidad de
un tratamiento holístico del enfrentamiento a esa cuestión.
Hay
que realzar los asuntos de la autodeterminación y la integridad
territorial de los indígenas junto con los esfuerzos dirigidos a la
prevención y castigo de la violencia contra las féminas de esas
poblaciones, concluyó.
Fuente: Prensa Latina.
martes, 18 de septiembre de 2012
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