En una comparecencia en el Congreso de los Diputados, el jefe del Ejecutivo emplazó al presidente de la Generalitat (Gobierno catalán), Artur Mas, a no dejarse arrastrar por los acontecimientos del pasado 11 de septiembre.
Ese día, un millón y medio de catalanes salieron a las calles de Barcelona para reclamar su separación de este país europeo, con motivo de la celebración de la Diada, fiesta nacional de esa región del noreste español.
Aunque fue convocada por la plataforma independentista Asamblea Nacional Catalana, la protesta fue alentada desde la Generalitat, presidida por CyU (derecha nacionalista catalana).
Con el argumento de que Cataluña aporta al Estado español 16 mil millones de euros más de los que recibe -cifra que otros analistas rebajan a 12 mil millones-, CyU demanda a Rajoy un nuevo pacto fiscal para la región más rica de España en términos de Producto Interno Bruto per cápita.
No es el momento de generar más problemas e inestabilidad política con reivindicaciones soberanistas, porque el reto es crear empleo y salir de la crisis, subrayó Rajoy durante una sesión de control a su administración en la Cámara baja.
En respuesta al diputado de CyU Pere Macias, instó a los nacionalistas catalanes a no echarle la culpa de todo lo que ocurre a los demás, sino a colaborar juntos por el interés de los ciudadanos y no en aras de la ideología.
El también líder del conservador Partido Popular (PP) exhortó a los responsables políticos de ese territorio a que no se empecinen "en el error" y trabajen para solucionar, según su criterio, la grave situación de desempleo, la deuda pública y los problemas de liquidez de Cataluña.
Sobre la manifestación de la Diada opinó que supuso el ejercicio de un derecho constitucional, aunque aclaró que no comparte ni sus objetivos ni su lema (Cataluña, nuevo Estado de Europa).
A su turno, Macias denunció la desigualdad de trato que sufre su autonomía, así como el balance fiscal escandalosamente desequilibrado.
"Cataluña no va contra nadie", señaló, tras destacar que una mayoría de los catalanes no está de acuerdo con el trato financiero que recibe su comunidad.
"Cada pueblo debe tener la libertad para decidir su futuro, y eso, ni más ni menos, es lo que le pedimos un millón y medio de catalanes", sentenció el diputado nacionalista.
El Partido Socialista Obrero Español recomendó al PP afrontar este tipo de conflictos con diálogo, porque estos problemas no se arreglan con el tiempo, más bien se estropean, precisó el líder de la principal fuerza de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Fuente: Prensa Latina.
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