La nación que servirá de sede el 15 de octubre para el diálogo entre el
Gobierno colombiano y las FARC ha participado en otros procesos de paz
como el que se intentó entre Israel y Palestina, y otros como el de
Guatemala y Malí. "Se requiere valor para buscar la paz", expresó el
Gobierno de la nación nórdica.
Noruega, es la región que recibirá en el mes de octubre el inicio de
las negociaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Así lo confirmó este martes
el ministro noruego de Relaciones Exteriores, Jonas Gahr Stoere.
“Se requiere valor para buscar la paz. Quisiera felicitar a las
partes por iniciar un diálogo que podría poner fin al muy largo
conflicto armado en Colombia”, declaró Gahr.
En un comunicado difundido por el gobierno, se conoció que “puesto
que las partes solicitaron la asistencia de Noruega con miras a
encontrar una solución pacífica, hemos expresado nuestra voluntad de
ayudar”.
El llamado "Acuerdo general para la terminación del conflicto" es
fruto de seis meses de conversaciones exploratorias en La Habana y del
acompañamiento de los Gobierno de Cuba y Noruega.
Lo pactado en La Habana incluye “el propósito, la agenda y las reglas
del juego” para lograr un “acuerdo final” y así cerrar un largo ciclo
de violencia en Colombia.
Oslo ha quedado vinculado de modo indeleble al proceso de paz
palestino-israelí. Aunque esté ya enterrado, es el “principal”
precedente, según Kristian Berg Harpviken, director del Instituto para
la Investigación de la Paz de Oslo (Prio, por sus siglas en inglés).
Harpviken recuerda un par de antecedentes que han pasado más
inadvertidos: los acuerdos de paz en Guatemala, en 1996, y en Malí, en
1995. Detalla que, en ambos casos, la comunidad de las ONG, sobre todo
Norwegian Church Aid (de la Iglesia luterana), fueron clave porque
“llevaban muchos años en los países, tenían redes de contactos y un buen
entendimiento de la política local”. Con el tiempo, la tarea se ha ido
profesionalizando.
Myanmar (Birmania), Chipre, Filipinas, Aceh (Indonesia), Sudán, Haití
o Sri Lanka; son lugares donde Noruega se ha implicado para callar las
armas o propiciar un proceso político. Los descendientes de los vikingos
que reivindican haber descubierto América antes que Colón se
convirtieron en pacificadores tras el fin de la guerra fría. Lo que el
ministerio denomina “esfuerzos hacia la paz y la reconciliación”, se ha
convertido en un “sello distintivo” de la diplomacia noruega, explica el
director del Prio.
Este martes el Presidente Juan Manuel Santos, anunció en cadena
nacional, el inicio de las negociaciones de paz con las FARC. Conflicto
iniciado como una insurrección de origen campesino en 1964.
Fuente: teleSUR
miércoles, 5 de septiembre de 2012
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