sábado, 26 de junio de 2010

UNA ONG QUE CUMPLE LOS SUEÑOS DE LOS EMPRENDEDORES SOCIALES.


La Papaya es un peculiar sitio web donde los usuarios deciden si quieren ayudar o ser ayudados. “Hoy en día, la única revolución que necesitamos es de teclados, de cabeza y de corazones bien puestos”, afirma el creador de este proyecto.

Con la ayuda de los demás es mucho más fácil hacer que los sueños se conviertan en realidad. Este es el punto de partida de La Papaya, una ONG dedicada a la investigación en economía social que ha puesto en marcha una red social para ayudar a las personas a desarrollar sus proyectos a través de la ayuda mutua.
Cuando ingresas a la página web de La Papaya, tú decides si quieres ser soñador o cómplice, afirma Felipe Velásquez, creador de esta red social y fundador de la ONG:
“Es decir, si quieres que te ayuden los demás con esa iniciativa que deseas emprender, o bien si prefieres sumarte a las iniciativas de otros para prestarles tu apoyo”
A cambio de la ayuda que se presta a los soñadores para cumplir sus deseos, éstos deben ofrecer un intercambio de servicios en horas de tiempo. Cada persona ayudada deber prestar su apoyo a otras tres personas más.
“Por tanto, al final del día el soñador acaba siendo también un cómplice”, destaca Velásquez.
El fundador de la ONG añade que dentro de la red se emplea una moneda social, “el papayo”, cuyo valor aumenta con la solidaridad:
“A cuantas más personas ayudas dentro de la red, más valen tus papayos, y así puedes comprar más tiempo de otros miembros de la red”.

Las vitaminas de la papaya funcionan.

Velásquez, arquitecto de origen colombiano, comenzó a desarrollar el proyecto de La Papaya hace tres años en un estudio de arquitectura de Barcelona.
La ONG lleva ya un año y medio funcionando, y se gestiona actualmente desde San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y también desde Cali, en su Colombia natal.
Detrás de esta iniciativa, aparentemente sencilla, hay muchas horas de estudio y de trabajo. Dedicación que ya ha merecido importantes galardones, como el segundo premio del Concurso de Ideas Empresariales Innovadoras de la Universidad Pablo Olavide.
La Papaya también ha recibido el apoyo económico de las administraciones públicas, a través de dos subvenciones de las Diputaciones de Granada y Sevilla.
La ONG está prestando una inestimable ayuda a multitud de iniciativas.
“Por ejemplo, hay una trabajadora social que ha logrado gracias a nuestra colaboración crear la página web de un proyecto de voluntariado. Un pintor también hizo realidad su sueño de promocionarse en Europa a través de nuestra ONG” afirma Velázquez.

Todos para uno, y uno para todos.
Pero tal vez el caso más interesante sea el de la entidad colombiana Fundación Derecho a Vivir en Desventaja, que ha puesto en marcha un negocio de venta de pulseras que permite, por un lado, dar trabajo a sus pacientes sordo-ciegos, y por otro lado, les posibilita la obtención de fondos para comprar ordenadores.
La Papaya colabora en la comercialización de dichas pulseras, así como de otros artículos con fines solidarios en su espacio de Objetos Responsables.
Estos éxitos demuestran para Velásquez que es posible ir hacia un nuevo sistema económico basado en la solidaridad y en la cooperación, siempre partiendo del modelo actual, que debe ser reformado, pero no destruido.
“Somos la generación responsable de un cambio que realizaremos con las herramientas que nos da el medio y el sistema. La única revolución que necesitamos es de teclados, de cabeza y de corazones bien puestos”, concluye el fundador de La Papaya.
Fuente: Corresponsal de paz.

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