A
una semana del balotaje en Francia, el socialista y vencedor en la
primera ronda, François Hollande, se mantiene como favorito en las
encuestas frente al actual jefe de Estado, Nicolas Sarkozy, quien no
obstante disminuye su distancia.
Según
los datos divulgados este domingo por el instituto LH2, Hollande ganará
claramente los comicios con un 54% de los sufragios, frente al 46% que
lograría el actual mandatario.
Los porcentajes, sin embargo, evidencian un recorte de la distancia entre ambos rivales, pues hace una semana Hollande aventajaba en 12 puntos porcentuales a Sarkozy, frente a los ocho que registra el sondeo actual, informó la agencia de noticias Europa Press.
En sus últimas apariciones, Sarkozy dijo que luchará "hasta el último segundo" por mantener la presidencia, mientras profundiza su estrategia para hacerse con los votos que en la primera vuelta fueron para la ultraderechista Marine Le Pen.
Según el sondeo de LH2, un 45% de los votantes de Le Pen (correspondiente a un 8% del total de votantes) dará su apoyo al actual mandatario, mientras que un 20% del Frente Nacional (un 3,6% del total) favorecerá a Hollande.
Le Pen, candidata del ultraderechista Frente Nacional, se situó en tercera posición en la primera vuelta con un 18% de los votos, muy por delante del líder del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, cuyos votantes optarían en un 70% por Hollande, según el estudio.
La trayectoria de la feroz campaña, en tanto, se vio impactada este fin de semana tras conocerse un informe de la revista online de izquierdas "Mediapart" en el que se aportan presuntas pruebas de que el asesinado líder libio Muammar Kaddafi financió la primera campaña electoral de Sarkozy, hace cinco años.
Según el documento divulgado por "Mediapart", se confirma por escrito al jefe de un fondo de inversión libio que el gobierno de Trípoli estaba dispuesto a apoyar la campaña de Sarkozy con 50 millones de euros (66 millones de dólares).
Sarkozy rechazó de plano las acusaciones, a través de su portavoz Nathalie Kosciusko-Morizet, quien aseguró que se trataba de una "torpe maniobra de distracción" de cara a la segunda vuelta.
En una entrevista emitida por Canal+, el mandatario calificó de vergonzoso que los periodistas puedan creer las afirmaciones de los servicios secretos de Kaddafi y su hijo.
El hijo de Kaddafi, Saif al Islam había anticipado los rumores de financiación ilegal ya en el año 2011, cuando los rebeldes apoyados por la OTAN cercaban al ahora extinto gobierno libio, en una entrevista con Euronews en la que tildó a Sarkozy "de payaso", cuya campaña electoral fue "financiada por Libia".
Fuente: Télam.
Los porcentajes, sin embargo, evidencian un recorte de la distancia entre ambos rivales, pues hace una semana Hollande aventajaba en 12 puntos porcentuales a Sarkozy, frente a los ocho que registra el sondeo actual, informó la agencia de noticias Europa Press.
En sus últimas apariciones, Sarkozy dijo que luchará "hasta el último segundo" por mantener la presidencia, mientras profundiza su estrategia para hacerse con los votos que en la primera vuelta fueron para la ultraderechista Marine Le Pen.
Según el sondeo de LH2, un 45% de los votantes de Le Pen (correspondiente a un 8% del total de votantes) dará su apoyo al actual mandatario, mientras que un 20% del Frente Nacional (un 3,6% del total) favorecerá a Hollande.
Le Pen, candidata del ultraderechista Frente Nacional, se situó en tercera posición en la primera vuelta con un 18% de los votos, muy por delante del líder del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, cuyos votantes optarían en un 70% por Hollande, según el estudio.
La trayectoria de la feroz campaña, en tanto, se vio impactada este fin de semana tras conocerse un informe de la revista online de izquierdas "Mediapart" en el que se aportan presuntas pruebas de que el asesinado líder libio Muammar Kaddafi financió la primera campaña electoral de Sarkozy, hace cinco años.
Según el documento divulgado por "Mediapart", se confirma por escrito al jefe de un fondo de inversión libio que el gobierno de Trípoli estaba dispuesto a apoyar la campaña de Sarkozy con 50 millones de euros (66 millones de dólares).
Sarkozy rechazó de plano las acusaciones, a través de su portavoz Nathalie Kosciusko-Morizet, quien aseguró que se trataba de una "torpe maniobra de distracción" de cara a la segunda vuelta.
En una entrevista emitida por Canal+, el mandatario calificó de vergonzoso que los periodistas puedan creer las afirmaciones de los servicios secretos de Kaddafi y su hijo.
El hijo de Kaddafi, Saif al Islam había anticipado los rumores de financiación ilegal ya en el año 2011, cuando los rebeldes apoyados por la OTAN cercaban al ahora extinto gobierno libio, en una entrevista con Euronews en la que tildó a Sarkozy "de payaso", cuya campaña electoral fue "financiada por Libia".
Fuente: Télam.
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