martes, 17 de abril de 2012
“NO HAY NINGÚN LIBRO DEMORADO EN LA ADUANA”, DIJO HAMAWI, DIRECTOR NACIONAL DE INDUSTRIAS CULTURALES.
“En la Argentina no hay ninguna limitación, ni prohibición y no hay ningún libro demorado en la Aduana”, afirmó el director nacional de Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi, minutos antes de la presentación oficial de la Encuesta de Producción Editorial y del anuncio del nuevo registro de ISBN para trámites de importación y exportación de libros.
A dos días de la inauguración para el público de la 38° Feria Internacional del Libro, se desarrolló en el predio de La Rural una actividad paralela a la feria, las jornadas de Profesionales, un espacio exclusivo para que editores, trabajadores y especialistas de la industria generen negocios y propuestas alrededor de los libros.
En la Sala Javier Villafañe se presentaron medidas y acciones que dinamizarán la cadena de valores de la producción del libro y, de cara al futuro, el aumento de las impresiones nacionales.
“La información científica es para dejar de trabajar intuitivamente. El libro es una política de Estado y por lo tanto, deben manejarse datos certeros. Esta encuesta surge para analizar el funcionamiento por dentro y, así también, superar las dificultades de rentabilidad de las pequeñas editoriales”, señaló Isaac Rubinzal, presidente de la Cámara del Libro (CAL).
En la misma línea, Hamawi destacó que con esta acción, desarrollada en conjunto por el SinCA (Sistema de Información Cultural Argentina), el INDEC y la AFIP, “vamos a poder tener una radiografía completa y muy cercana de lo que es el proceso de producción y distribución nacional e internacional del libro argentino e identificar la estructura de costos, exposición externa y algunos cuellos de botella que puedan aparecer".
Esta primera medición –similar a un censo económico y en la que vienen trabajando hace más de seis meses- tomará datos de editoriales de todo el país y, entre los plazos, estiman que estará en funcionamiento dentro de un mes y medio. “No es un trabajo improvisado, ni se armó a partir de la coyuntura”, aclaró el funcionario nacional.
En tanto, Héctor Di Marco, presidente de la Cámara de Publicaciones (CAP), informó que “el 35 por ciento del material en venta en librerías del país se importa”, pero aclaró que luego de los acuerdos entre el representante del sector y la Secretaría de Comercio Interior “está aumentando en forma notable la impresión de libros en Argentina, con lo cual ese porcentaje quedará reducido a cantidades pequeñas”.
“Necesitamos que los libros tengan valor equitativo para recuperar los mercados sudamericanos, vamos a lograr un acuerdo para que esto se nivele”, auspició Di Marco con la idea de que en el mes de septiembre “estemos equilibrados” entre las importaciones y exportaciones.
En esta sintonía también se anunció la implementación del nuevo registro de ISBN (un identificador único internacional para libros) para “transparentar las importaciones de libros. Es una vieja demanda del sector editorial por la cual todo trámite de exportación o importación de libros tiene que tener incluido este registro internacional de un número”, indicó el funcionario.
Con la puesta en marcha de esta medida se podrá “definir de qué país es la editorial, la cantidad de publicaciones, el flujo de exportación e importación y los servicios de impresión que hacen editoriales locales en el exterior. Este es un dato muy significativo”, destacó.
Por ejemplo, si entra un libro con ISBN argentino significa que una editorial argentina lo imprimió afuera. “Hoy –ilustró Hamawi- el 20 por ciento de las importaciones de libros vienen de China, lo que hay es una utilización de las imprentas de China que luego entran a Argentina”, expresó con miras a que estos nuevos datos impulsen la impresión nacional.
La inclusión del ISBN en los trámites de importación y exportación también “evitan que ingresen al país con la categoría libros manuales para lavarropas, folletería y otros materiales impresos que distorsionan los parámetros”, indicó.
La Encuesta de Producción Nacional, una iniciativa en la que trabajarán el Estado nacional, las Cámaras del sector y el Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano (CEDEM) del gobierno porteño, es una ampliación y profundización de la medición trimestral de las librerías de Buenos Aires, cuyos datos también se presentaron esta tarde.
Pablo Perelman, del CEDEM, sostuvo que el 62 por ciento de los libros que se venden en Buenos Aires tienen ISBN nacional, y que “las ventas de los libros argentinos aumentaron el 10 por ciento con respecto al 2010”.
También señaló con alegría que los 20 títulos más vendidos en la capital tienen ISBN nacional. “De esta veintena, 16 fueron impresos en Argentina. La tendencia es alentadora, lo que es preocupante es la concentración de libros de los principales grupos editoriales”, señaló Perelman.
Ambas medidas -la encuesta y el nuevo registro para el comercio exterior- son indicadores “para ver el estado real de la edición en la Argentina, pensar políticas públicas más efectivas y que el sector privado pueda programar sus actividades de manera más eficiente, no en base al olfato, sino a datos concretos”, concluyó Hamawi.
Fuente: Télam.
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