por Juan Guillermo Ossa
Perú inaugura su 1er Parque de Estudio y Reflexión con la asistencia de más de 270 personas
provenientes de Europa, USA y varios países Latinoamericanos. Ubicado en el km. 132
de la Panamericana Sur, tiene una extensión de 2 hectáreas más una duna de 5, recientemente
donada, sólo a dos horas de la ciudad de Lima.
Pressenza, Lima, Perú. A una larga lengua de terreno fértil, en un oasis del desierto del sur de Lima, se dio cita para la
inauguración del primer Parque de Estudio y Reflexión del Perú el sábado 21 de abril del presente
año, este corresponsal estuvo allí.
A este marco excepcional fueron llegando los asistentes en buses, moto-taxis y vehículos
particulares. Los abrazos, las rizas y los gestos de asombro por la belleza del lugar, fueron las
primeras impresiones que este observador vio en las caras de la gente. Pareciera que al pasar el
umbral del portal, estuvieran arribando a un espacio particular, inundado de una atmósfera de
difícil descripción, en la que predominó durante toda la jornada, mucho calor humano.
La Bienvenida
Dio comienzo el acto con palabras de bienvenida del profesor Javier
Zorrilla Eguren, un conocido antropólogo peruano con dos magíster en su
haber, estudios de doctorado en Bonn y Berlín y
escritor. Él dio comienzo a los actos oficiales saludando a los
asistentes de diversos Parques: La
Reja, Argentina; Chaca, Manantiales, Paine y El Remanso, Chile;
Montecillos, Bolivia; Belle Idée,
Francia; Aloasí, Ecuador, y otros, disculpándose por el posible olvido
de alguna mención expresa,
dada la existencia de más de 50 Parques similares al de Ihuanco en los
cinco continentes.
Enumerando algunas de las motivaciones que llevaron a la creación del Parque Ihuanco, dijo: “Los
humanistas creemos que es en las situaciones de crisis en las que el ser humano necesita detenerse
un rato, reconocer su fracaso y meditar sobre su rumbo. Nos parece bueno que, sin apuro, nos
sentemos de nuevo a la sombra del “Árbol de la Vida” para hacer ese silencio profundo e inspirador
que invite a que lo nuevo se haga presente con el brillo de un fuego recién encendido”. Refiriéndose
a la espiritualidad, dijo: “Entonces, tal vez, esa nueva espiritualidad que tanto se necesita hoy
aparezca desde el fondo de nuestra conciencia y desde el fondo de nuestro corazón. Tal vez
aparezca en revelación interna, con la misma suave luz con la que cada madrugada la aurora
empieza a iluminar el día”, y continuó hablando: “Por cierto, no se tratara del fanatismo torpe de
los que recurren a las distintas formas de violencia para imponer sus particulares intereses. No se
tratara de eso que solo clama al cielo cuando las propias pertenencias se ven amenazadas. No será
tampoco el terror medieval de los sentimientos de culpa y las amenazas de ultratumba. Menos
será la hipocresía de los que dicen practicar su fe, pero maltratan al ser humano que tienen a su
lado”. Aplausos cerrados marcaron el término de su bienvenida.
El Parque Ihuanco; significados, elementos y proyecto
Más adelante el Sr. Luis Mora, humanista de larga data en el Perú, guió la visita por los diferentes
elementos existentes en el Parque, fue uno a uno ilustrando sobre los simbolismos y significados
de ellos. Comenzó el recorrido por El Portal de cierto estilo oriental, al que describió como: “Lo
que marca la entrada a otro espacio-tiempo”. El “Monolito” al que los lugareños llaman “el tubo”
le siguió, un largo cilindro de acero inoxidable erigido a unos 30 mts. de El Portal, con una placa
datada con el año 2012, que, según dijo: “representa la conexión de lo terreno con lo eterno,
fijando las coordenadas espacio-temporales en las que fue construido el Parque”. El paseo siguió
con una construcción a la que llaman Centro de Trabajo, capaz de albergar cómodamente a grupos
grandes, con capacidad de alojamiento para 16 personas, que dispone de cocina, baños y salas de
reunión. Contó anecdóticamente que la primera obra realizada, fue un Pozo de Agua de 15 mts.
de profundidad con su correspondiente bomba y una torre-estanque para el suministro de todo el
Parque y que les ha llevado un año y medio levantar todo lo existente desde el proceso de compra
del terreno. La propiedad ha quedado en manos de la Fundación Pangea, creada en el 2009
como institución de derecho privado sin fines de lucro, constituida por voluntarios para atender
a los temas jurídicos y administrativos relativos al Parque. Sobre elementos considerados en el
proyecto, pudimos observar la forma y dimensiones, gracias a un diagrama dibujado con piedras
blancas en el terreno, de lo que llaman “La Sala”, una futura construcción, similar al de los Parques
de Estudio y Reflexión que vienen prodigándose por todo el mundo, pensadas según explicó el
Sr. Mora, “para favorecer el contacto con uno mismo y la sintonización de experiencias con lo
profundo y sagrado del ser humano”. Tienen considerado además, la
construcción de un Centro de Estudio, una Fuente de Agua, una Estela en
la que se consignarán todos los nombres de quienes
hayan realizado aportes para su construcción, un recinto multiuso y la
Sala antes mencionada. Una
maqueta exhibida a los asistentes mostró el diseño de todo proyecto.
Ceremonias
Un “Oficio” siguiendo una de las ceremonias del libro “El Mensaje de Silo” y que, como todas las
ceremonias que se realizaron fue a pedido por algunos asistentes, fue oficiado por el Sr. Miguel
Lozada y asistido por la Srta. Raquel Gargate, ambos miembros del grupo promotor del Parque
y auto-definidos como “mensajeros de la nueva espiritualidad”. Tuvo lugar en el área de la futura
Sala. “El Oficio –comentó ella- tiene por objeto movilizar la propia energía”. El oficiante explicó
brevemente que consistía en “seguir las imágenes que se proponen en el texto, ya sea con los
ojos cerrados o abiertos y dejarse llevar por las sugerencias de la ceremonia”. Se propuso meditar
el siguiente texto: “El dolor y el sufrimiento de los seres humanos retrocederán si avanza el buen
conocimiento, no el conocimiento al servicio del egoísmo y la opresión”. Al finalizar la experiencia
se invitó los partícipes a testimoniar lo vivenciado, algunos tomaron la palabra para hacer público
agradecimiento al Nuevo Humanismo, a Silo su fundador y para contar experiencias significativas
de sus vidas, manifestándose entre los presentes momentos de gran emotividad. También se
anunció un regalo al que me referiré más adelante.
Seguidamente hicieron una significativa ceremonia a la que llamaron “La Pizca”, conducida por
dos grandes trabajadores voluntarios del Parque Ihuanco, los Sres: Stéfano Coloma y Marcos
Montenegro, de origen italiano y peruano respectivamente. Ella consistió en depositar en un
pequeño recipiente metálico, que encajaba de manera precisa en una piedra con tapa preparada
para la ocasión, una pizca de las cenizas de Silo (donadas por su viuda), creando así la primera
piedra de la futura Sala en el centro mismo de ella.
Después de un almuerzo compartido, con una exquisita comida criolla peruana de dos menús,
tuvo lugar otra ceremonia llamada Ceremonia de Protección. Fue conducida por un líder social
humanista de Huancayo, el Sr. José Rivadeneyra y el conocido músico peruano Jagad Ruiz. Esta
ceremonia que también forma parte del libro de Silo mencionado, comienza diciendo: “…tiene
por objeto dar participación a los niños en nuestra comunidad” y más adelante expresa: “Esta
es una ceremonia mediante la cual el estado de los niños cambia al convertirse en partícipes
de una comunidad que se compromete a hacerse cargo de ellos en caso que desafortunadas
circunstancias los dejaran desvalidos”. Los niños fueron obsequiados con globos naranjas que
llevaban escritos buenos deseos y que ellos echaron alegremente a volar al viento del lugar.
Pasado un intervalo llegó la última, fue la “Ceremonia de Reconocimiento”, que se hizo alrededor
del Monolito como la anterior, y fue conducida por dos humanistas históricos del Perú, la Sra.
Madelaine John y el Sr Carlos Degregori. Una sentida ceremonia de auto-compromiso que
realizan las personas que desean incluirse en la Comunidad, ya sea por experiencias comunes, por
ideales, actitudes y procedimientos compartidos. Los oficiantes y partícipes escucharon y leyeron
en voz alta el texto de la citada ceremonia, incluida como todas las otras, en el capítulo “La Experiencia” del libro “El Mensaje de Silo”.
Finalizaron los actos programados con una entusiasta batucada de gran calidad y la subida a la
enorme duna que colinda con las zonas de la construcción propia del Parque Ihuanco.
El Regalo de los chilenos
Destacado y en un momento de gran conmoción de todos los presentes, posterior al Oficio y antes
de la ceremonia de “La Pizca”, el chileno Tomás Hirsh, empresario y en dos ocasiones candidato
a la Presidencia de Chile, anunció, en representación de los chilenos, que tenía que anunciar un
“regalo de hermandad” para el Parque. Dijo: “Se trata de un regalo simbólico relacionado con
la vida, porque nuestros pueblos han sido separados y unidos por secundariedades… y nosotros,
chilenos humanistas, queremos contribuir al hermanamiento entre peruanos y chilenos por
algo que represente algo más importante… ¿Qué mejor que esté relacionado con el agua, un
símbolo universal de vida y florecimiento?”. El regalo consiste en sufragar todos los materiales y la
construcción de “La Fuente”, que es como comenté más arriba, parte del proyecto por acometer
en este, el primer Parque de Estudio y Reflexión Ihuanco en el Perú ya inaugurado.
sábado, 28 de abril de 2012
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