domingo, 26 de julio de 2015

Parteplaneta abre el abanico sonoro con su nuevo disco "Arcos"

El grupo santafesino Parteplaneta evoluciona de su rock alternativo a otros estilos en su flamante CD "Arcos", mientras que el combo indie José Unidos baja un cambio y se mete en aguas del mejor pop británico con "Lampedusa".

PARTEPLANETA, “ARCOS”
Tercer disco de este grupo santafesino, porteño por adopción, conformado por que de esta camada que abreva en el grunge y el rock alternativo es una de las más interesantes, más arriesgadas y que se anima a la mezcla de muchos estilos en su cocktelera rockera.
El trío integrado por Luciano “Tano” Farelli en voz y guitarras, Fernando Romero Bucca en bajo y coros, y Manuel Cena en batería, arranca el disco con “Sin rostro”, con una letra existencialista, con una base bien poderosa y virtuosa, y con las guitarras entrando y saliendo.
“Arcos” es justamente una demostración de la personalidad de la banda, abre con caja de ritmos, la batería totalmente tecnificada, interesantes arreglos de voces, buen acompañamiento de los teclados y Farelli sumergiéndose en el camino sonoro y compositivo marcado por Gustavo Cerati y Richard Coleman, para lograr una gran canción, embellecida por un solo de su Fender Jaguar del año 62, una joya de la escena rockera actual.
Desde el inicio la banda promete y marca diferencia con sus contemporáneos, por esta razón Farelli es requerido por muchos artistas como Marilina Bertoldi. “Lejos” tiene un inicio a lo Nine Inch Nails y después se convierte en auto a pura new wave y post punk que avanza veloz por calles nocturnas, con un estribillo furioso y pegadizo, y un final a puro despliegue instrumental, de lo mejor que ha dado este 2015.
“Expandir la voz” los tiene jugando en el rock alternativo con un buen riff y una base virtuosa acompañada por las maquinas, sin que estas enfríen ni un grado el calor que brindan los santafesinos. Farelli no tiene necesidad de gritar, todo lo logra con su voz. Y en este punto el merito esta compartido con su amigo el notable Guillermo Porro, quien coprodujo el disco, sumándose a Eduardo Bergallo que lo masterizo con gran calidad.
“Avión” tiene a Cena jugando con los diferentes cuerpos de su batería mientras Farelli mete riffs, acordes distorsionados y la canción toma aires modernos que lo vinculan a lo más fructífero de Muse, a las canciones más antiguas del grupo de Matt Bellamy. La canción parece un viaje en círculos por una ciudad iluminada a fuego, apocalíptica, industrializada.
“Entre imanes” tiene un inicio más rockero, la banda enciende el motor y la batería gana la posición, mientras la guitarra riffea chirriante para el tema más motero y rutero del disco, con Farelli esta vez si grita para contar la historia.
Esta línea más rockera se mantiene en “Engrama” con la base cargando con mucho poder, mientras la guitarra entra y sale con riffs que queman, cargados de apuro y desesperación.
“Disturbio” es un instrumental casi íntegramente percusivo que le cede el protagonismo a “Nudos”, donde palmas, la batería, un bajo cargado y las maquinas acercan a Parteplaneta a un pop elaborado, radiante y oscuro que cuenta la historia de un desamor. El álbum cierra con “NO lo se” que abre con una guitarra acuática con la voz procesada de Farelli que cuenta un amanecer perdido, hasta que la guitarra entra con distorsión, dejando una canción en la que nuevamente Parteplaneta arriesga y juega en terrenos desconocidos y el resultado es optimo con ese final guitarristico bien shoegaze, haciendo que la sangre y la furia corra por los cables.


JOSÉ UNIDOS, “LAMPEDUSA”
Segundo disco del grupo indie porteño que toma el nombre de la isla italiana ubicada en el Mediterráneo, utilizada de manera racistas como almacén de los africanos inmigrantes que huyen de sus países en guerra en lanchas, barcos, botes o lo que sea.
El disco abre con “Insular” con la base marcando una percusión post-punk muy a lo Velvet al igual que la voz de Lucas Colonna procesada para que suene como de los años 50, con la banda transcurriendo una calma.
“Lampedusa” abre bien rock británico en la línea de los Smiths y los Kinks, con la banda ganando un poco de fuerza con un gran trabajo de sonido logrado en los Estudios Los Elefantes de la familia Vitale y en el Nogal.
Junto a Colonna estuvieron Juna Valente en guitarras, órganos y sintetizadores, Alejo Vintrob en batería, Luciano Vitale en bajo y contrabajo, Leandro Barzabal en bajo, Juan Belvis en mellotron/rhodes/piano y órganos, Matías Bollinger en bajo, y Andrés Ferradas en bajo.
“Boulevard” trae un clima urbano invernal, con el ambiente musical remitiendo otra vez a los Smiths, The La’s o The Coral, aunque en el solo, se animan a usar la distorsión.
Los órganos abren “Cliches” al igual que la voz de Colonna susurrando un mensaje existencialista, mientras la banda se torna acústica, con la clara exposición de ese ADN británico, al punto tal que en esta canción el clima recuerdo al agobio de Ian Curtis en Joy Division.
“Razonablemente bien” tiene una marcha entre rock y valsecito, la voz va bien al frente y va narrando una historia, que se cierra con un final distorsionado. “Arbitrario” tiene aires a tanguito, es breve y es un prolegómeno de la más rockera “Igual es igual” con Colonna preguntándose sobre una vida un mundo mejor.
“Victoria” se inicia con un recitado casi radial, mientras los teclados brindan una atmosfera siniestra un clima que la banda mantienen la darle airecitos de cancioncita de cabaret europeo, que termina con la guitarra jugando con acoples y punteos.
El disco concluye con “Canción Prescripta”, oscura densa, apoyada en acordes del bajo al inicio, hasta que la banda se suma con aires, con la batería tocada por escobillas y la guitarra arrancado acordes tradicionales del dark.


ANTICASPER, "EL ÉXITO DEL SIGLO"
Los cordobeses de Anticasper reaparecen con su pop alternativo y el aire fresco que mezcla guitarras con delays, elásticos teclados y una dulce mezcla de voces con su nuevo disco "El éxtasis del siglo", editado por el sello independiente Ringo Discos.
Como si fuera una mezcla moderna entre Jaime Sin Tierra y Babasónicos, la voz de David Fontana es atrapada y engullida desde atrás por los coros de la trompetista Sofía Marín y el guitarrita Federicos Kenis, seguidas por bases cambiantes y bailables, propuestas por la batería de Pablo Olmedo y el bajo de Nicolás Garriga.
En este ambiente de indie posmoderno de los 90 también suena un disco soul, con un rasgueo funky, en "Barrio Chino", una canción sin otras pretensiones que las de proponer una imagen psicodélica a la de "tomar un vino con amigos".
La amistad vuelve a aparecer en, justamente, "Mis Amigos", ("ahora me voy con mis amigos, me siento bien, que me perdonen, ya no voy a volver"), siempre con una dejo de melancolía, pero, a la vez, con un hilo fino de esperanza saliendo de la garganta de Fontana ("no tengo miedo, esta noche me tomo el tren, no importa donde llegaré").
"Transexual", dedicado a un amor platónico por medio de la computadora, comienza con una guitarra casi country, al mejor estilo Buce Springsteen, para ir mutando hacia una verde pradera en la que los sintetizadores y la trompeta van de la mano en perfecta armonía.
La onda babasónica vuelve en "Ayudar a los pobres", con el estribillo más "pesado" del disco y una letra un tanto más existencialisTa y no tan literal como las anteriores.
"El éxito del siglo" fue grabado por Ignacio Falco y Pablo Maccario en "varios estudios" de Córdoba Capital y Carlos Paz a fines del 2014.


BELEN CONTE, “MUJER SIN CARA”
La blonda Belén Conte presenta su primer trabajo discográfico "Mujer sin cara", que se recuesta sobre trece composiciones propias que sobrevuelan un aire genuino, fresco, sólido y, a veces, linda lo absurdo.
En las canciones, la compositora logra hacer convivir en armonía estilos como el pop, el rock, el candombe, el dance y la canción entre amores, desamores e ironías que generan en la sencillez de esta obra la posibilidad de mirar entre líneas.
Quizás, de la simple contemplación de un árbol una tarde de primavera la cantautora crea "Palomos", una suerte de candombe que hace valer las seis cuerdas de la guitarra que ejecuta Quique Sinesi mientras canta "no había más que el sol detrás".
Ecléctico en su realización, el álbum pasea por emociones y climas que combaten a capa y espada la literalidad y el aburrimiento a través de su soltura experiencias de todos con sensibilidad y humor.
La cotidianidad y dentro de él lo nuevo, como abrir el placard y descubrir un universo paralelo repleto -entre otros hallazgos- de "Cartas" canción que, con toques pop y la ingenuidad que aporta el violín de Christine Brebes, envuelve la idea de no llorar por esas cosas que no fueron hechas.
Apoyada en una banda sólida, este disco debut cuenta con la producción artística de Pelu Romero (Kevin Johanssen, Alejandro Balbis, Falsos Profetas), los arreglos del también guitarrista Martín Quaglia (ex Bacilos) y la supervisión técnica de Luis Volcoff y Ariel Lavigna.
Influenciados por el sonido acústico que caracterizó a No Doubt a principios de los 90, Conte incluye su "Resignificación", que va transcurriendo entre distintos tempos -sonoridades que remiten al caribe y un fragmento más rockero- con la participación de Wilbert Garcí¬a Dí¬az en percusión.
El disco, además cuenta con la participación de Babel Orquesta, Diego Baiardi (Cruz Maldonado), Julieta Laso, Francia Herrera, Gipsy Bonafina y Martín Elizalde.
Fuente: Télam

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