martes, 24 de julio de 2012

Platón y los Paraísos Fiscales.

por Silvia Swinden

US$21 trillones - tanto como los PIBs norteamericano y japonés juntos - es la riqueza oculta en paraísos fiscales, según un estudio encargado por el grupo Red de Justicia Fiscal y publicado por el periódico británico The Guardian. La violencia económica mata, pero a su invisibilidad requiere medidas especiales para luchar contra ella.

Pressenza, London. En República, Platón relata la historia de Gyges, un pastor que descubre un cadáver en una cueva con un anillo de oro que le da el poder de hacerse invisible. Él lo utiliza para seducir a la reina y asesina al rey para tomar su lugar. La pregunta acerca de la moralidad que Platón presenta de este modo es si cualquier persona sería capaz de resistir la tentación de realizar un acto censurable si sabe que no va a ser descubierta. Esta historia más tarde se recicla en diversas formas, como "El hombre invisible" y "El Señor de los Anillos".
Sartre pone la misma pregunta de una manera ligeramente diferente. Un hombre está mirando a través del ojo de la cerradura en una habitación, cuando oye pasos. Nervioso, se retira y siente vergüenza al ser descubierto, pero si ve que los pasos pertenecen en realidad a un perro en lugar de una persona entonces sigue espiando despreocupadamente.
Limitaciones "externas" son impuestas y acordadas por convenio, en forma de leyes, códigos morales, normas y reglamentos. El problema es que existe una situación en la que estas leyes se hacen para servir a una estructura de poder que concentra el poder económico en manos de cada vez menos individuos. Pero, ¿quién lleva puesto el anillo de la invisibilidad?
Las consecuencias de la violencia económica son lo suficientemente visibles. Hay gente que muere de hambre, niños que mueren de malaria y otras enfermedades tratables, medidas de "austeridad" destruyen medios de vida, la salud, la educación y el bienestar de millones de personas, mientras que otros hacen alarde de su riqueza desproporcionada, sin vergüenza. El truco para no sufrir la posible crítica externa es rodearse de aduladores si uno es un banquero o un líder autocrático. Pero la política los hace visible y en estos días Tony Blair no puede hacer una aparición en público sin ser acosado por un grupo que lo abuchea y silba en protesta por la guerra de Irak.
Los mecanismos que permiten la concentración cada vez mayor de capital son menos visibles. Sabemos por supuesto que los bancos apuestan en los mercados de valores con nuestros depósitos y que los países pierden mas de de US$180 billones en ingresos - más que los países ricos gastan en ayuda a los países en desarrollo cada año - (The Guardian) a través de la evasión en paraísos fiscales. Se trata de cuentas confidenciales, secretas, invisibles, es el Anillo, es el fracaso de la moral impuesta desde afuera.
Platón nos dice que se necesita una persona moral que nos guíe, en su caso, Sócrates. Pero, ¿quién da dirección moral a Sócrates? De hecho, él tenía un Guía Interno, que llamaba su daemon o daimon(1), una voz interior que le advertía cuando estaba a punto de desviarse o errar. Ejemplos de tales guías internos son comunes en la historia: dioses, ángeles, familiares muertos y construcciones ideales, todos responden desde dentro de la conciencia con sabiduría, bondad y fuerza. Las religiones prescriben a Dios como el máximo guía moral interno. Freud llamó a la introyección de los padres y los códigos morales de la sociedad el Super-Ego, con un pequeño problema: tal como la deidad judeo-cristiana, guía, pero también castiga. La culpa después del hecho es demasiado tarde. Los Gordon Gekkos de Wall Street se rebelaron y el neo-liberalismo vino al rescate: "la codicia es buena", la acumulación de la riqueza "va a gotear hacia abajo" (no lo hace), por lo que no hay necesidad de sentirse culpable. El sistema financiero recién des-regulado se desboca fuera de control en un triunfalismo suicida.
Revertir estas tendencias no puede ser sólo una cuestión de hacer algunos ajustes aquí y allá. Una revolución no violenta es posible pero se necesitan tanto cambios externos como internos en el ser humano, en nosotros, ya que ”cada cual atisba el destino general como su destino particular ampliado y no su destino particular como destino general restringido."(2) Esta visión puede cambiar si decidimos optar por desarrollar un guía interno como una imagen intencional basada en la sabiduría, la bondad y la fuerza para inspirarnos e impulsarnos. Y lo que es más importante, el descubrimiento de que toda percepción del sufrimiento de otras personas forma una imagen en nuestra conciencia, que actúa sobre nosotros, psicológicamente y físicamente, puede ayudarnos a entender no sólo por que uno se siente nauseoso o se desmaya cuando ve un accidente en la calle, sino también cómo fortalecer la empatía y la solidaridad.(3) La empatía y la solidaridad no están garantizados por este tipo de imágenes, es decir, por la representación interna del dolor del otro, ya que una sociedad puede optar por educar a sus jóvenes en la dirección de atender a dichos registros o anestesiarlos, insensibilizándonos.(4) Esto está ya siendo hecho con éxito a través de los medios de comunicación, el video-juego y los valores enseñados por el sistema educativo: el individualismo y la competencia, o sea, el dogma neoliberal. La deshumanización del "otro" que resulta de ello crea el terreno fértil para el surgimiento de nuevos fascismos, guerras y paraísos fiscales.
Una de las consecuencias de cambios inspirados por un Nuevo Humanismo sería que la gente sentiría repugnancia física frente a la violencia, cualquier tipo de violencia, incluidas las formas económicas, lo que reforzaría el círculo virtuoso hacia la empatía. ¿Llevará esto mucho tiempo, incluso varias generaciones? ¿Se requieren cambios genéticos? Puede que no, si observamos la velocidad con la que muchos vegetarianos han desarrollado repugnancia ante la idea de comer carne. Parece que una firme convicción moral es todo lo que se necesita. Y un grupo de personas con ideas afines para reforzar las propias imágenes y amortiguar la violencia. De lo contrario corremos el riesgo de caer nuevamente en la mentalidad del sistema en menos tiempo que se tarda en decir: "Yo no participo en grupos".
  1. En su caso, un espíritu benévolo. Después de haber sido, en general, "buenos", los daimons de la mitología griega aparecen más tarde tanto para el bien como para el mal, y con el surgimiento del cristianismo se consolide el concepto de los demonios como entidades malignas, con los Ángeles Custodios como las influencias benignas aceptadas.
  2. Silo: Cartas a mis Amigos, Séptima Carta
  3. Recientes descubrimientos en Neurociencia parecen confirmar estas observaciones: Las neuronas espejo en el cerebro se activan cuando una persona es vista haciendo una determinada acción. Las neuronas se disparan en imitación a la acción observada, haciendo que los mismos músculos que están actuando en la persona que realmente realiza la acción actúen en el observador. La investigación sobre las neuronas espejo, desde su descubrimiento en 1996, sugiere que pueden tener un papel que desempeñar no sólo en la comprensión de la acción, sino también en la empatía como emoción a compartir.
  4. Lleven a cabo su propio experimento: realizar un "conteo de cuerpos", o sea la cantidad de gente que es aniquilada en la pantalla del televisor o los videojuegos, en un día.

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