Lisboa, 3 oct (PL). La Confederación General de Trabajadores de Portugal
(CGTP) llamó hoy a una huelga general para el próximo 14 de noviembre,
en rechazo a los nuevos recortes decretados por el gobierno conservador
de Pedro Passos Coelho.
El paro convocado por la mayor central obrera lusa -tercero que
afrontará el primer ministro portugués, en el poder desde junio de 2011-
fue anunciado después de que el Ejecutivo aprobó este miércoles una
fuerte subida de impuestos.
Los detalles de las nuevas
disposiciones fiscales fueron presentados por el ministro de Finanzas,
Vítor Gaspar, y se suman a las duras medidas de austeridad aplicadas en
el último año por la administración del centroderechista Partido Social
Demócrata.
La flamante alza de gravámenes, reconocida como
enorme por el propio titular, fue calificada por la oposición de ataque
brutal a las clases medias.
Gaspar explicó que la presión media
del impuesto sobre la renta en Portugal pasará del 9,8 al 13,2 por
ciento en 2013, y su aplicación se endurecerá al reducirse los tramos de
cotización desde ocho a cinco, con lo cual disminuirán aún más los
salarios de los trabajadores.
El incremento impositivo del
próximo año, del orden de un tercio de la carga fiscal actual, se suma a
los fuertes aumentos de tributos adoptados en 2011 y 2012 para cumplir
con los drásticos requisitos del rescate financiero de esta nación
europea.
Suple, además, la retirada del más reciente recorte
salarial anunciado por Passos Coelho, que enfrentó una fuerte
contestación incluso de su propio partido y los empresarios al intentar
subir más del siete por ciento los pagos a la Seguridad Social de los
trabajadores.
Los recortes exigidos por la troika de acreedores
-Unión Europea (UE), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Central
Europeo)- son la condición para que el país reciba un nuevo paquete de
ayudas de cuatro mil 300 millones de euros.
Ese monto forma parte del rescate de 78 mil millones de euros acordados en mayo de 2011.
"El ajuste es más costoso de lo que habíamos pensado, solo este
esfuerzo permitirá respetar los nuevos límites acordados", argumentó
Gaspar en alusión a las metas de déficit público asignadas a Portugal
por el FMI y la UE.
Lisboa debe cerrar este año con un déficit
del cinco por ciento del Producto Interno Bruto y bajar en 2013 al 4,5
por ciento, luego de que los acreedores aceptaron flexibilizar las metas
originales, fijadas en 4,5 y tres por ciento, respectivamente.
Las consecuencias (de estas medidas) para los trabajadores y sus
familias son brutales: empobrecimiento general, empeoramiento drástico
de las condiciones de vida y esperanza de vida, aseguró en un comunicado
la CGTP.
Fuente: Prensa Latina.
miércoles, 3 de octubre de 2012
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