El relator especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes señaló hoy que la pena de muerte viola
la prohibición absoluta a ese tipo de tratos y sobre esa base propuso su
abolición mundial.
Al presentar hoy su informe anual ante la Asamblea
General, Juan Méndez, sostuvo que es cada vez más difícil separar la
pena capital de ese tipo de tratos y que algunos Estados continúan esa
práctica debido a que no constituye en sí misma una violación al derecho
a la vida, según las leyes internacionales.
Sin embargo, recordó
que los Estados están obligados a cumplir con el principio no derogable
de la absoluta prohibición de la tortura y les pidió realizar un
análisis de porqué la pena capital conlleva a ese tipo de trato.
“La
imposición de la pena de muerte puede violar esta prohibición absoluta,
ya sea por el fenómeno conocido como el pabellón de la muerte o porque
los métodos de ejecución utilizados implican sufrimientos innecesarios e
indignos”, apuntó.
Añadió que los Estados no pueden garantizar
que exista una forma indolora de ejecutar a las personas, y que la
espera a la que se someten los condenados a la pena capital combina
circunstancias que les causan severos traumas mentales y deterioro
físico.
Fuente: Centro de Noticias ONU
martes, 23 de octubre de 2012
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