De: Centro de Estudios para la Paz Delàs de Justìcia i Pau
La deuda en gasto militar del Ministerio de Defensa amenaza con engrosar el déficit público
La deuda por los Programas Especiales de Armamentos (PEAS) alcanza los
32.000 millones de € y los créditos entregados a las empresas militares
ascienden a 15.559 millones de €
La economía del Ministerio de Defensa es insostenible y puede derivar
en una situación de suspensión de pagos técnica y en un endeudamiento
que podría convertirse en déficit público en 2013. El principal causante
de la difícil situación económica del ministerio es el gasto militar,
concretamente los Programas Especiales de Armamentos (PEAS), cuya deuda
asciende a 32.000 millones de €. Estos programas de armas tienen escasa
utilidad estratégica para las necesidades reales de defensa y la mayoría
de ellos acabarán su vida útil sin haber entra nunca en combate.
El informe Verdades y mentiras en el presupuesto militar español de 2013 publicado por el Centro de Estudios para la Paz JM Delàs
recoge los principales datos de la realidad del presupuesto militar
español con el objetivo de mostrar cómo el Ministerio de Defensa esconde
cada año en partidas de otros ministerios más de la mitad del
presupuesto militar. En el documento se analizan la incidencia del gasto
militar sobre el montante final de la deuda pública, su efecto negativo
sobre el gasto social y el preocupante caso de los PEAS y el crédito
extraordinario concedido para cubrir su escandalosa deuda. El Centro Delàs
también incluye en el informe el análisis detallado del presupuesto de
defensa de 2013 y lo compara con el 2012, haciendo especial hincapié en
comprobar si los recortes del Gobierno en esta área son definitivos o si
las cifras sufrirán una modificación a mitad del ejercicio para
aumentar la partida presupuestaria.
En lo que se refiere a gasto militar -16.492 millones de € previstos
en 2013-, el informe destaca que éste entorpece el crecimiento de la
economía productiva. Los nuevos riesgos y amenazas de los países
industrializados ya no pueden combatirse con el armamento de una
economía de defensa y por ello el modelo debe virar y poner a las
personas, y no a los estados, como sujeto central de la seguridad.
Países como Alemania y Francia, entre otros, ya han diseñado programas
de reducción de efectivos y plantillas militares. España puede también
reducir el endeudamiento y el déficit público apostando por la seguridad
común a escala regional y por las políticas de desarrollo humano en
educación, salud, derechos humanos y de disminución de las desigualdades
económicas.
Fuente: http://tomalapalabra.periodismohumano.com
lunes, 22 de octubre de 2012
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