domingo, 13 de septiembre de 2009

El Humanismo en Argentina apoya en Audiencia Pública el proyecto de Ley de Comunicación.

El proyecto de ley, para reemplazar el decreto de Radiodifusión de la dictadura militar, fue presentado por la Presidenta de la Nación tomando los aportes de la Coalición por una Radiodifusión Democrática. El Partido Humanista apoya ampliamente el proyecto. La presentación estuvo a cargo de Jorge Pardés.

Mi nombre es Jorge Pardés, miembro del Consejo Nacional del Partido Humanista.
Trataré de usar estos 10 minutos para transmitir a los señores legisladores mi impresión como humanista, en relación al proyecto de ley de medios audiovisuales, presentado por el ejecutivo, tratando de traducir en mi alocución la postura de mi partido y seguro de interpretar el sentir de gran parte de nuestra población. Una parte de la población que en general está caracterizada por un mayor desarrollo de la conciencia de transformación que imponen los nuevos tiempos que corren en nuestro país, en Latinoamérica y en el mundo.
No haré mención del origen de la ley que regula actualmente los medios audiovisuales ni de la extemporaneidad de sus considerandos, ni de la aberración de tener que tener un ente regulador intervenido, porque sino tendría que estar integrado por las fuerzas armadas. (o mejor dicho de la junta militar)
Tampoco focalizaré en la omisión permanente que hacen los medios de comunicación vinculados con la multimedia del Grupo Clarín de todo lo que represente la voz del apoyo a una nueva ley. Ni en las degradaciones, las mentiras, los tonos utilizados, los insultos que soslayan, los titulares que tergiversan, los periodistas que, quiero creer, no gozan de la libertad de conciencia que su profesión les otorga y sucumben a los mandatos de sus “patrones”
Tampoco hablaré de la gran mentira que enarbolan los medios de la multimedia Grupo Clarín y sus amigos: Se oponen a esta ley, condenan esta ley, porque restringe según ellos la libertad de prensa. No tienen vergüenza de usar su accionar permanente para acusar a la nueva ley del delito que ellos cometen. La libertad de prensa no existe porque los monopólicos medios de comunicación tienen la palabra. Y si no comulgas con su palabra, te proscriben, te prohíben, te “ningunean” usando su propio neologismo, te cercenan justamente, la libertad de prensa. Y si los periodistas que trabajan en los 264 medios del grupo Clarín, se callan la boca, por chupa medias, por colaboracionistas, por ingenuos, por cómplices o por corruptos, allá ellos. La gente, como dicen los comunicadores, el pueblo como decimos los militantes, no estamos dispuestos a seguir sosteniendo este monopolio, y el Gobierno Nacional, con todas en contra, contra un poder mucho mas grande que un gobierno, se atreve a plantear por vez primera el tema con todas las letras.
Bienvenida pues la nueva ley de medios audiovisuales. Pero dije que no hablaré de esto y me extendí demasiado.
Tampoco hablaré de las perlas de nuestro periodismo, como Víctor Hugo Morales, Apo, los periodistas de 6,7 y 8 de la televisión pública, El Señor Tristán Bauer, algunos periodistas de Página 12, entre otros, pero no muchos, que nos muestran que es posible un periodismo independiente una mirada critica pero ecuánime, la libertad de conciencia. Ni profundizaré en las declaraciones de Frank La Rué, relator de libertad de expresión de la ONU, que dice que éste es un modelo único para el mundo, o Adrián White, secretario general de la Federación Internacional de periodistas, quien dice que es un decisivo avance para consolidación del sistema democrático. O Celso Schroder, presidente de la Federación de periodistas de América. Quien dice del proyecto que garantiza la pluralidad la diversidad y una efectiva libertad de expresión., o el apoyo de Nestor Busso secretario de Farco, o Alejandro Kaufman, director de la carrera de Ciencias de la comunicación de la UBA, o Alejandro Verano decano de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, o Diego Maradona, Pepe Soriano, Alejandro Dolina, Jorge Lanata, o Eduardo Aliverti.
Me dirigiré a los señores legisladores, a los diputados y a los senadores de la Nación en quienes está la potestad de darnos al conjunto de los argentinos una ley mas justa, la oportunidad de poder informarnos y tomar posición, luego de conocer una diversidad de puntos de vista que nos permitan discernir y no repetir como loritos las máximas que postulan los dueños de la información.
Señores legisladores de la oposición, dejen de sobreactuar sus diferencias con el proyecto oficial. En las iniciativas presentadas a través de los últimos años para el tratamiento de una ley de medios en nuestro país, los supuestos abismos “ideológicos” se transforman en suaves matices
Según la investigación realizada por Adriana Meyer de Página 12, publicada en ese diario el domingo 6 de septiembre expresa:
“Los autores de la ley que impulsa el kirchnerismo son los mismos que participaron del armado de las propuestas alternativas y todos los textos en danza abrevan en algunas presentadas en el Congreso durante gobiernos anteriores. Pase, vea y compruebe la distancia que hay entre las declaraciones y las redacciones.
Expertos consultados coinciden, en que casi todas las iniciativas “tienen la misma matriz y fueron elaboradas por la misma gente”. Se referían a la Confederación Sindical de Trabajadores de los Medios de Comunicación (Cositmecos) y a su asesor, Damián Loreti, abogado doctorado en Ciencias de la Información, titular de la cátedra de Derecho a la Información en Comunicación de la UBA y vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Los lineamientos surgidos de ellos hace una década influyeron en los proyectos de los ex diputados Pablo Fondevila e Irma Parentella, que a su vez fueron retomados en 2001 por la iniciativa de Gustavo López, durante el gobierno de la Alianza. En el anterior período legislativo recogieron esa posta tanto el justicialista Osvaldo Nemirovsci como la radical K Silvia Vázquez.
El proyecto del Poder Ejecutivo retomó ese enfoque legislativo, al que le sumó los 21 puntos de la Iniciativa Ciudadana por una Ley de Radiodifusión de la Democracia y un aporte considerable de legislación comparada.
El borrador de la diputada radical Silvana Giudici reproduce el proyecto de Vilma Baragiola y Claudio Lozano de 2006, que a su vez tomaba como antecedente los proyectos de Margarita Stolbizer y Héctor Polino de 2002. En tanto, el otro proyecto que tiene estado parlamentario pertenece al diputado Horacio Alcuaz, del Acuerdo Cívico y Social, que retomó fielmente la propuesta de Stolbizer y Daniel Carbonetto de 2002.
Así, no parece que en la letra de las iniciativas se libre alguna batalla político-ideológica. “Los monopolios frenaron esto durante décadas a fuerza de un feroz lobby y lo lograron, nunca necesitaron impulsar su propio proyecto porque su objetivo es que no haya nueva ley, mantener el status quo, y la mejor prueba es que la derecha no tiene un proyecto”, dijo un asesor parlamentario involucrado en el actual trámite legislativo. De hecho, el diputado PRO Federico Pinedo tiene uno pero sólo referido a la creación de la empresa “Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado”, que presentó en 2004, 2006 y 2008.
Tal como le marcó el interventor del Comfer, Gabriel Mariotto, la diputada Giudici cuestiona en sesiones y notas periodísticas aspectos de la propuesta oficial que figuran en su propio proyecto.
En una reciente entrevista con el diario, Página 12 criticó “el 33 por ciento del espectro para la comunicación estatal no gubernamental”, pero el anteproyecto del Gobierno fija ese porcentaje para “personas de existencia ideal sin fines de lucro”. En su iniciativa, la diputada asignó el 40 por ciento de reserva del espectro para ese mismo sector de potenciales prestadores. Giudici previó que no podrán ser titulares de servicios de radiodifusión “quienes presten servicios públicos en condiciones monopólicas”, lo cual podría significar un impedimento para la participación de las empresas de telecomunicaciones, el aspecto más cuestionado al proyecto oficial, que abre esa posibilidad. Sin embargo, las excepciones del artículo 7 del proyecto de la legisladora radical propiciarían en la práctica que las telefónicas ingresen al mundo de los servicios de comunicación audiovisuales. Es decir, su propuesta posee lo que le cuestiona a la del Ejecutivo. El resto son coincidencias.
Y sigue desarrollando en su nota lo que llama la matriz UCR Coalición Cívica, y matriz Cortina Vazquez (o sea socialismo concertación) y por último matriz abierta en referencia a los pueblos originarios.
Esta audiencia pública, me da la oportunidad de expresar un mensaje a nuestros legisladores, contemplando lo descripto, mi pedido es que no dilaten más el tratamiento de esta ley.
Está en sus manos proveer a la ciudadanía de la herramienta fundamental para la construcción de ciudadanía y para el fortalecimiento de este sistema democrático. Esta nueva ley de medios, con las modificaciones que se consideren, es una necesidad inminente.
Este congreso tiene la potestad y el mandato para así hacerlo y la ciudadanía está atenta, una vez mas a no sentirse traicionada (nuevamente). Deseamos no sentirnos traicionados, deseamos se respeten los derechos y las oportunidades para desarrollar una sociedad mas justa y equitativa. Sabemos que esta ley se plasmará como otra forma de distribución del ingreso, generando trabajo, cultura, libertad intelectual, posibilidad de competencia, estímulo a la creatividad, crecimiento en definitiva de la Nación. Confiamos en la grandeza de los hombres libres, en la intuición de nuestras clases dirigentes.
Silo, pensador mendocino, fundador del Movimiento Humanista, en su libro “Cartas a mis amigos” culminadas en diciembre de 1993 nos decía en relación al poder del dinero, al rol concentrador y controlador de la banca internacional:
“ El gran capital domina no solo la objetividad gracias al control de los medios de producción, sino la subjetividad gracias al control de los medios de comunicación e información. En estas condiciones, puede disponer a gusto de los recursos materiales y sociales convirtiendo en irrecuperable a la naturaleza y descartando progresivamente al ser humano. Para ello cuenta con la tecnología suficiente. Y, así como ha vaciado a las empresas y a los estados, ha vaciado a la Ciencia de sentido convirtiéndola en tecnología para la miseria, la destrucción y la desocupación”.
Hoy estamos asistiendo al surgimiento de una brisa transformadora en América Latina, de la que somos parte como pueblo y que acompaña sin dudas este Gobierno. En nuestro país, nos deshicimos de los condicionamientos del FMI, y se está viniendo la ley de entidades financieras, con lo que nos atreveremos ante el poder de la Banca internacional, hoy estamos aquí, presenciando los albores de una ley de medios audiovisuales, para contrarrestar el dominio de nuestra subjetividad en manos hoy de los medios monopólicos de comunicación e información. Señores legisladores, respetuosamente, no se dejen engañar y cumplan con el mandato que les hemos otorgado

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