miércoles, 14 de julio de 2010

PROSIGUE CONFERENCIA SOBRE LA MUJER LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA.


Brasilia, 14 jul (PL). La undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe prosigue hoy con debates sobre la situación de las féminas con un tema central, ¿Qué Estado, para qué igualdad?
Precisamente, durante el primer día de sesiones este martes fue presentado un documento con ese título, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el cual se plantea que la igualdad de género debe inscribirse en la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos.
Al respecto, cita la titularidad y goce efectivo de derechos, el desarrollo productivo y las familias equitativas, donde se sienten las bases de la autonomía económica de las mujeres, el acceso a la toma de decisiones en todas a las esferas, la autonomía física como el derecho a vivir una vida libre de violencia y el ejercicio de todos los derechos reproductivos.
La articulación de las tres esferas de autonomía permitirá, desde la perspectiva del estudio, un círculo virtuoso de la igualdad, en el que el Estado, el mercado y la familia sean agentes responsables de construir sociedades más justas.
En ¿Qué Estado, para qué igualdad? se plantea que desde el punto de vista de la igualdad de género, la democracia es deficitaria en la mayoría de los países de la región.
Precisa que la mitad de la población -es decir, las mujeres de todos los grupos sociales- no han logrado ni los mismos resultados ni obtenido las mismas posibilidades que sus pares masculinos en el ejercicio de la ciudadanía.
El espíritu del documento podría resumirse en la idea de igualdad en el país y en la casa, algo que es afín a la propuesta de la CEPAL de colocar la igualdad en el corazón del desarrollo, aboliendo los privilegios sociales y redistribuyendo los recursos productivos.
La columna vertebral de estas reformas -explica- es la redistribución del trabajo socialmente disponible y necesario, al tiempo que propone remover todos los obstáculos que impiden el acceso igualitario de las mujeres al mercado de trabajo y la protección social, así como favorecer un pacto social y fiscal.
Lo anterior, subraya, debe incluir políticas explícitas de conciliación entre la vida familiar y laboral que garanticen a todas las mujeres el derecho al trabajo remunerado y aseguren a todas las personas el derecho al cuidado en el marco de
la universalización de la protección social.
Asimismo, que impulsen la paridad en todas las esferas de la toma de decisiones (política, económica y social), y promuevan los cambios culturales en la sociedad y la familia que contribuyan a eliminar las consecuencias negativas de la división sexual del trabajo.
Entre esos males en la región, el documento menciona la segmentación laboral, la sobrerrepresentación de las mujeres entre los pobres, la brecha salarial y la concentración de las féminas en los empleos de mala calidad, así como el uso ineficiente de su capital educativo.
La undécima Conferencia, a la que asisten unas 300 delegadas de 33 naciones de la región y de un centenar de organizaciones no gubernamentales, concluirá el viernes próximo con la aprobación del llamado Consenso de Brasilia, que debe recoger las propuestas de las mujeres a los gobiernos del área para alcanzar la igualdad de género.
Fuente: Prensa Latina.

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