sábado, 31 de julio de 2010

ESCUELAS DE PAZ EN NEPAL. NIÑOS QUE REAPRENDEN A VIVIR.


Una década de conflicto interno provocó el cierre masivo de escuelas y secuestró a miles de infantes nepalíes como soldados. La guerra devastó a una nación de por sí empobrecida y sumida en el analfabetismo. Hoy, las aulas se reabren poco a poco, pero con un nuevo enfoque: la educación para la paz.

Tras los acuerdos de paz en 2006, se puso en marcha en Nepal el proyecto de Educación para la Paz para paliar las consecuencias del conflicto entre los niños nepalíes y fomentar la convivencia pacífica desde la escuela.
Hoy más de 5,000 escolares reciben clases de Educación para la Paz en el país asiático
El programa, impulsado por la Unesco y las organizaciones internacionales Save the Children y Global Humanitaria, se inició con la formación en Educación para la Paz de un grupo de formadores que replicaron el proceso en 13 distritos del país.
Desde entonces, se desarrollan las clases de Educación para la Paz una vez a la semana en más de 45 escuelas.
Las clases son interactivas y propician que los niños hablen de los temas que les preocupan. Aprenden a utilizar métodos no violentos en la convivencia y valores como la cooperación, la solidaridad a través del trabajo en grupo, así como a través de actividades y juegos que fomentan la empatía y la comunicación.
El proyecto pretende conseguir cambios constructivos en la actitud y la conducta de los niños, proporcionarles habilidades y herramientas para minimizar y prevenir los conflictos en la escuela, dado que muchos de ellos han sido testigos de situaciones violentas, abusos, secuestros e incluso asesinatos.
Todo ello también ha cambiado la perspectiva de los profesores sobre los alumnos. La clase de Educación para la Paz les ha proporcionado técnicas útiles para la enseñanza y el aprendizaje a todos los niveles.
La década de conflicto entre gobierno y maoístas causó alrededor de 13,000 muertes en Nepal.
Los ataques de la insurgencia maoísta a instituciones, a las fuerzas de seguridad y a infraestructuras, dejaron un país más empobrecido si cabe. Los niños han sido las víctimas constantes de esta situación: muchos de ellos fueron reclutados por la guerrilla, lo que provocó el cierre masivo de escuelas y dejó a medio millón de niños fuera de ellas.
En Nepal, la mitad de la población adulta es analfabeta. El 77% de sus 28 millones de habitantes vive con menos de 2 dólares diarios.
Además de la pobreza, el sistema de castas y de discriminación étnica y de género, han proporcionado fuerza a la insurgencia, entre cuyas filas hay muchas mujeres, jóvenes y “janajatis” (intocables), quienes en 2001 constituían la mitad de la población del país.
Fuente: Corresponsal de paz.

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