lunes, 20 de agosto de 2012

La crisis de deuda en la eurozona golpea a Alemania.

La crisis de la zona euro hace mella también en la economía alemana, con una ralentización de su crecimiento, según los últimos informes mensuales del Ministerio de Finanzas alemán y del Bundesbank.
"La baja demanda procedente de la eurozona perjudica cada vez más a la economía alemana", escribe el organismo de finanzas, según la agencia de noticias de ese país, DPA.

Los expertos no vaticinan ningún cambio tras el freno registrado en el crecimiento en el segundo trimestre del año: "El conjunto de los indicadores de la coyuntura económica señalan que la economía alemana podría ir a un ritmo cada vez más tranquilo en el transcurso del año".
En conjunto, los primeros indicadores reflejan "un debilitamiento de la dinámica de las exportaciones", señalan.
Según el Ministerio de Finanzas, la tendencia alcista de la demanda extranjera de bienes industriales se ha contraído.
El empeoramiento de la crisis de deuda que afecta a los países de la eurozona tiene sus correspondientes efectos negativos sobre el comercio exterior alemán.
Las perspectivas para el sector de la producción industrial son un "poco más desfavorables" debido al debilitamiento de la demandas en el primer semestre del año; por el contrario, los indicadores del consumo privado siguen siendo favorables.
Por su parte, la situación en el mercado laboral sigue siendo en conjunto positiva: "De momento las señales indican que se mantendrá así", escribe el ministerio en su informe.
Sin embargo, las expectativas se han enturbiado y desde hace unos meses las perspectivas de las empresas han empeorado: "Esto ha desencadenado también un comportamiento contenido en el ámbito de las contrataciones".
No obstante, la demanda de mano de obra se mantiene en niveles altos como hasta ahora.
Por su parte, el Bundesbank alemán escribe en su informe que "la coyuntura económica de Alemania podría verse más afectada por la inseguridad en la zona euro en la segunda mitad del año".
No obstante, los expertos del Bundesbank no prevén de momento una contracción de la economía alemana: "Las perspectivas del consumo privado permanecen favorables, al mismo tiempo que la demanda en el sector de la construcción permanece fuerte".
El ritmo de crecimiento de la economía alemana se ralentizó ligeramente en el segundo trimestre del año respecto al anterior.
El Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó 0,3 por ciento, según los datos provisionales de la oficina de estadísticas; en los primeros tres meses el PIB había subido 0,5 por ciento.
Fuente: Télam.

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