El espray puede crear delgadísimas placas de células latentes que
podrían utilizarse para remendar porciones de tejido cardíaco dañado. De
acuerdo a lo detallado por expertos, el aparato consiste en una jeringa
que se llena con células cardíacas.
Científicos de la Fundación Británica del Corazón crearon un espray
eléctrico con una potencia de 10 mil voltios, que dispara una corriente
de células cardíacas. Los expertos afirman que podría ser una
herramienta valiosa para reparar corazones que han sufrido un infarto.
El dispositivo puede crear delgadísimas placas de células latentes
que podrían utilizarse para remendar porciones de tejido cardíaco
dañado. La placas pueden ser colocadas en el corazón para ayudarle a
latir o también pueden ser aplicadas directamente sobre el tejido
cicatizado dentro del corazón.
El aparato consiste en una jeringa que se llena con células
cardíacas. La solución pasa por una aguja para formar las placas, pero a
diferencia de los atomizadores que se usan para crear graffitis el
espray incluye una corriente eléctrica para poder disparar la delgada
capa celular y formar el tejido cardíaco.
El doctor Suwan Jayasinghe, uno de los creadores del espray
bioléctrico, precisó que con el dispositivo se obtiene “un chorro fino
que se descompone en una multitud de partículas y estas partículas
forman la placa (...) Lo más bello es que podemos añadir varios otros
tipos de células a esta suspensión para crear tejidos cardíacos
tridimensionales que son totalmente funcionales”.
Por su parte, el doctor Anastasis Stephanou, otro de los
investigadores, destacó que esperan demostrar que estas capas cardíacas
mejoran la función de un corazón dañado.
“A largo plazo esperamos poder usar esta tecnología para reparar un
corazón dañado para que los pacientes no tengan que esperar durante
mucho tiempo un órgano dañado. Un corazón está formado de cuatro tipos
de célular diferentes, así que queremos diseñar la tecnología con la
cual podamos colocar el número correcto de tipos celulares para
desarrollar el tejido cardíaco real”, agregó.
Entre tanto, el profesor Peter Weissberg, director médico de la
Fundación Británica del Corazón, acotó que crear un músculo cardíaco es
un desafío enorme, que involucra una combinación de diferentes células y
vasos sanguíneos que necesitan estar alineados uno después del otro.
“Esta investigación pionera está tratando de encontrar una forma de
construir piezas de un corazón fuera del cuerpo”, añadió al tiempo que
apuntó que esperan que en algún momento estas piezas puedan ser
injertadas en los corazones dañados para ayudarlos a bombear
correctamente otra vez.
Fuente: teleSUR
jueves, 2 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario