viernes, 10 de septiembre de 2010
SUEÑO DE LADRILLOS.
Entrevista a Jaime Sorín.
Foto y Texto: India Rodríguez -De la casa barata a la construcción social del hábitat.
Jaime Sorín, arquitecto. Ex vicerrector de la UBA y Decano de la FADU – UBA. En un repaso por la vivienda social como derecho del trabajador hasta nuestros días en que se hace plausible la necesidad de ajustar la producción de viviendas a las características propias de su futuros habitantes.
-¿Se puede establecer una diferencia entre vivienda social y hábitat social?
Hoy se está hablando de la construcción social del hábitat. La vivienda es parte de una serie de derechos. Entre los cuales está la vivienda y conforma una serie de derechos más amplios. Se habla del derecho a la ciudad, a la vivienda, al medio ambiente, al espacio público. Ha cambiado bastante el criterio de la primera mitad del siglo pasado. En las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siguiente, en la ciudad de Buenos Aires un 25% de su población habitaron en conventillos.
Con gobiernos como el de Yrigoyen que tuvieron una pequeña preocupación social, comienza a pensarse en salir del conventillo y se inicia la construcción de los barrios. Aunque esta iniciativa, también hay que decirlo, fue un gran negocio del capital financiero. El excedente que quedaba de la explotación del campo se aplicaba a la propiedad inmobiliaria. Esto fue así hasta el primer gobierno de Perón en el cual se incluye a la vivienda como uno de los derechos del trabajador; durante esos diez años por primera se construyen viviendas de manera masiva, quinientas mil viviendas. Ahí comienza a entenderse a la vivienda como un bien de uso y no sólo como bien de cambio.
Luego, en la segunda mitad del siglo XX la práctica del Estado no fue muy visible, si bien se construyó mucho a partir de la aparición del FONAVI, pero siempre con viviendas dirigidas a la clase media baja y poco accesible a la clase media, media y menos accesibles a la clase trabajadora.
Hoy estamos en una situación en la cual el gobierno está construyendo muchas viviendas con el Plan Federal y debería pasarse a otro estadío de la vivienda, que es la incorporación de los sectores interesados en la producción de la casa. Esto es lo que se denomina la producción social del hábitat, es decir la incorporación de las cooperativas. Pero no solo en un modelo de vivienda centralizado, que se produce aquí en la capital y luego se distribuye por todo el país, sino la posibilidad de que sean los mismos usuarios quienes puedan discutir cómo deben ser sus barrios, sus viviendas y poder generar las mismas teniendo en cuenta el tamaño de las familias y de esta manera no seguir generando hacinamiento.
Durante una visita a Formosa pudimos ver viviendas próximas al Trópico de Capricornio con techos de chapas. En principio llamar a estas construcciones vivienda social suena, como mínimo, a broma.
Este gobierno ha generado una gran cantidad de metros cuadrados de viviendas con un único modelo en general, quizá en los primeros años donde había mucho apuro por generar mano de obra esto era “aceptable”. Pero en una segunda etapa debería haberse pasado a una descentralización de los proyectos. Hoy tenemos que pensar en la participación de las comunidades en la generación de los proyectos, lo cual no significa que el usuario mismo vaya a ponerse a dibujar, por que para eso están los técnicos, pero sí que pueda haber un intercambio entre los institutos técnicos de cada provincia, cada ciudad y la comunidad donde va a asentarse la vivienda.
Esto de Formosa también lo he visto en el Chaco de manera muy clara, la misma vivienda que se construye en Quilmes se construye en Chaco y Formosa. Es el mismo plano. La vivienda con dos dormitorios, en familias que a veces tienen siete u ocho hijos. Conforma un total de menos de 50 metros cuadrados de superficie. En estos lugares es necesario respetar una forma de vida que por ejemplo, tiene que incluir la galería, cocina exterior, incluir los lugares de trabajo y los lugares de cultivo. En el Chaco hicimos un trabajo para el Ministerio de Salud la Nación por que están preocupados por el Mal de Chagas, que sigue siendo una enorme endemia, especialmente en los sectores de pueblos originarios y comunidades rurales empobrecidas. Allí pudimos ver que las viviendas mismas que se entregaban, eran viviendas prochagásicas; se veían las paredes manchadas por las vinchucas. Ni siquiera se había tomado en cuenta que debían ser materiales distintos.
De acuerdo con esto vimos la necesidad de generar una cultura distinta desde el punto de vista del proyecto. Hicimos un prototipo en conjunto con las personas a las que iba destinada la vivienda, con ellos generamos casas con grandes galerías, por que por el gran calor en verano, se estila dormir afuera. También fueron necesarios baños con acceso desde el exterior para que los dormitorios durante el día estén bien cerrados. Otro problema con el que nos encontramos es que los animales entran con la vinchuca, los animales están infectados, hay toda una serie de problemas culturales y que al generar el proyecto de la vivienda no se tienen en cuenta. Por ejemplo, los techos de chapa son una solución. Pero no se trabaja igual un techo de chapa en el Chaco que en Lomas de Zamora. Otra costumbre, es juntar agua de lluvia. Entonces el aljibe es una necesidad y esto determina que en este prototipo haya canaletas importantes.
Es necesario pasar a otra etapa en la producción de la vivienda y que es la de escuchar a aquél que la va a usar y también aprender a mirar. Muchas veces, en los equipos técnicos que trabajan esta problemática hay una burocratización muy grande y un desprecio por ciertas comunidades a las cuales se las quiere “enlatar” en un producto que no es para ellos. Pero no es necesario irse tan lejos. También en el Gran Buenos Aires suceden este tipo de situaciones. Todavía falta bastante para recorrer en el tema de la vivienda social.
En la actualidad donde los titulares machacan hasta el hartazgo con la tan mentada inseguridad. ¿Existe la posibilidad de volver a la idea del barrio como comunidad?
Primero habría que lograr que la sociedad funcione como comunidad, o sea achicar las enormes diferencias que hay, no sólo de ingresos sino de posibilidades culturales, enseñanza igualitaria. No puede haber avance sino hay igualdad de posibilidades, creo que lo que más problemas genera es, justamente, la desigualdad. Hemos avanzado bastante contra la indigencia que se vio durante 2002 y 2003, aunque todavía subsisten bolsones de pobreza. Pero lo que resta es achicar la brecha en torno a la desigualdad, los extremos de la sociedad y allí radica el problema. Es muy difícil la integración de una sociedad cuando existen desigualdades tan grandes.
Los barrios se generaron en una especie de mezcla de clase media con clase trabajadora, la indigencia era muy poca. En un barrio vivía el profesional junto al trabajador estatal y la escuela cumplía un papel integrador importante. Hoy tenemos una diferencia muy grande entre los chicos que van a la escuela del Estado y una privada, aún dentro del mismo barrio y ni hablemos del secundario. Todo esto habla de la falta de una política de integración, no es posible tener una “buena vecindad” cuando existen estas diferencias tan grandes que han ido generando problemáticas tan serias.
Se habla de la integración de las Villas y uno se pregunta qué es lo que hay que integrar, cómo se trabaja para que un barrio que está frente a una villa se integre, qué quiere decir integrar, urbanizar una villa. Las villas están urbanizadas, no están en medio del campo y tienen sus propias leyes, códigos y formas, entonces debemos trabajar sobre esas culturas. En Brasil han hecho trabajos más interesantes, intentaron que las favelas se integren a través de los bordes, las escuelas, los comercios, los centros de atención comunitaria, por que no es enormemente distinta la condición económica de una persona que vive a dos cuadras de una villa, que las personas que viven en la villa misma Son estas cuestiones las que se deben trabajar cuando hablamos de integración.
Fuente: boletín Tupac.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario