jueves, 29 de julio de 2010

HOMENAJE A RODOLFO ORTEGA PEÑA.


Pressenza, Buenos Aires, Argentina.
El Secretario de Derechos Humanos, Dr. Eduardo Luis Duhalde, encabezará una ceremonia en la cual se dará el nombre de “Dr. Rodolfo Ortega Peña” al Salón de Reuniones ubicado en el piso 10 de esta Secretaría, en homenaje a quien fuera un inclaudicable defensor de las libertades públicas y los derechos humanos.
El evento se realizará este viernes, 30 de julio a las 11.30 hs.
El silencio ha dado lugar a formas de normalización falsificadas, a través de una unívoca interpretación oficial. Ninguna cuestión que pudiese plantearse carece de respuesta dentro del propio sistema articulado por la teoría de los dos demonios como eje de una suerte de fundamentalismo democrático. Estas generaciones fracasaron en su intento, y la mayor parte de quienes encararon aquellos propósitos transformadores fueron aniquilados por el terrorismo de Estado, en sus formas para estatales antes del 24 de marzo de 1976, y luego por la acción directa de las Fuerzas Armadas. ¿Qué estaba en juego esos años? ¿Desde dónde aproximarnos al recuerdo de Rodolfo? Aun eran tiempos en que esa generación visualizara ciertas cuestiones a través de las obras literarias. ¿Sus muertes tienen algún sentido o carecen absolutamente de él? “Allí estaba el comisario Alberto Villar, que festejaba con los demás policías y gritaban ¡qué noche fantástica!", repasa el actual secretario de Derechos Humanos en una nota publicada 11 de enero de 2007 en Página/12. “Polemizando con Marechal y Sabato sobre la estructura de la novela El Facundo; con Córdova Iturburu sobre las pinturas rupestres de Cerro Colorado; pocos casos debe haber en nuestro país de un intelectual con tanta capacidad y actividad interdisciplinaria. Es decir el conocimiento como arma transformadora. Se había integrado a la lucha de las clases postergadas por una firme convicción, saltando por encima de su origen social, tratando de darles lo mejor de sí mismo. ¿Cuál es el legado de Ortega Peña, su valor paradigmático, lo históricamente rescatable? Fue antes que nada un humanista, en el más puro sentido ontológico del término. Entendía la política como servicio a los demás, asumida con el rigor de quien para ejercerla, no consideró suficiente su formación jurídica y filosófica, sino que estudió con igual dedicación las ciencias económicas”, Revista La Maga, 11/07/03.

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