miércoles, 21 de julio de 2010

FELLINI, EL TRANSGRESOR, SUS IMÁGENES Y OBSESIONES EN MADRID.


Madrid, 21 jul (PL). El Federico Fellini transgresor, sus obsesiones e imágenes, las claves de su cine en el que alienta una poderosa libertad creativa animan una muestra abierta aquí, a manera de diálogo con su mundo profundamente original.
Dueño de una obra ambigua, como la de todo artista genuino, emerge en esta exposición, instalada en la CaixaForum, a bordo de más de 400 fotografías, dibujos, tiras cómicas, carteles, revistas, fragmentos de las entrevistas que concedió y pasajes de sus filmes.
El propósito de los organizadores es revelarlo en todas sus aristas, con sus provocaciones e insolencias, los mecanismos con que convirtió al cine en aliado de sus rupturas, de ese universo suyo poblado de lo eterno femenino en todo su polimorfismo, con cabida para el psiconálisis y los sueños y una religiosidad saturada de contradicciones.
La exposición, como lo expresa su título, Federico Fellini. El circo de las ilusiones, desecha lo cronológico biográfico, el itinerario ordenado de su filmografía y deja fluir los elementos que alimentaron su proceso creativo, sus influencias, los temas latentes en el siglo recién ido, asumidos desde su mirada irónica, onírica, felliniana
El realizador de Ocho y medio, La dolce vita, Ginger y Fred, Y la nave va sólo era siervo de una sola dueña, la imaginación sin ataduras ni fronteras. No vacilaba ante nada.
Con una personalidad desbordante, anárquica a veces, y una perenne curiosidad por saber qué pensaba la gente, Marcello Mastroianni cuenta en sus memorias cómo durante el rodaje de La dolce vita no había horarios. No se paraba hasta que Fellini estaba agotado. Le entusiasmaban las caras -añade- porque su cine estaba hecho sobre todo de imágenes.
Ese es el clima que aspira reflejar la muestra de CaixaForum, con su iconografía diversa, concebida como un caleidoscopio cuyos diversos fragmentos componen un todo, el del mundo personal del cineasta, con esa dosis de poesía tomada de la realidad y transformada en una realidad distinta, tan creíble como la concreta de todos los días.
Fellini y su cine dotado de una fabulosa capacidad de invención, de nuevos códigos, de cuestionamientos perennes. Su defensa de la imaginación como una categoría cognoscitiva, válida en su dimensión infinita.
La exposición lo devuelve en su complejidad artística y humana, en su carnalidad terrenal, en su viaje por la vida y el territorio de los sueños.
CaixaForum Madrid contó, para tan ambicioso empeño, con la colaboración de la Fondation Fellini pour le cinéma (Sion), la Fondazione Federico Fellini (Rímini) y la Cineteca di Bologna.
Fellini y su circo de las ilusiones al alcance de la mirada, hasta finales de diciembre. Bienvenidos.
Fuente: Prensa Latina.

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